Un intelectual extraviado en Palacio

El escritor boliviano Edmundo Paz Soldán narra en Palacio Quemado la historia de Óscar, un historiador que se dedica a escribir los discursos del presidente de la nación boliviana, Fernando Canedo de la Tapia.
Evidentemente, el libro pretende ser una metáfora de la historia reciente de Bolivia y de América Latina. Por momentos uno se siente como si estuviera leyendo periódicos viejos en los que se informaba de líderes cocaleros que paralizaban al país con sus protestas, de presidentes que huían del cargo por la puerta trasera, en suma, de un país convulsionado que no espera de la política soluciones a sus problemas de pobreza, desempleo e inestabilidad institucional.

Palacio Quemado pretende ser una metáfora de la historia reciente de Bolivia pero no lo logra. No estoy seguro de si es la levedad del narrador o del personaje lo que deja la sensación de estar leyendo algo que se quedó a medio camino entre el drama de alguien –Óscar– que vive atormentado por la muerte trágica de su hermano Felipe y las contradicciones de su propia vida; o si se trata de un intelectual de convicciones variables y ligeras que aunque no está de acuerdo con el gobierno para el que trabaja, no tiene la valentía moral ni política de renunciar.

Sin embargo, es quizás ésa oscilación de una novela que no es ni drama existencial ni relato político lo que nos lleva a devorar las hojas con fruición, a la espera del acontecimiento que desencadene la trama decisiva. Ello no ocurre. Pero como hemos terminado el libro y nos hemos entretenido con su prosa bien lograda, quizás el autor haya cumplido su cometido: sembrar la preocupación por un país que avanza a fuerza de protestas callejeras y así se convierte en presa fácil de caudillos, evidenciar las contradicciones entre el político y el intelectual, desnudar la simpleza de la corrupción del poder, dolerse de la fragilidad de las relaciones amorosas posmodernas, y evidenciar los traumas de una familia que a pesar de ellos sigue adelante, en un país que no parece ofrecer un mejor futuro.

Arequipa, 16 de enero de 2007.

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