El nomos y lo político: La filosofía política de Carl Schmitt
El libro de Monserrat Herrero López puede ser leído como una amplia y clara introducción al pensamiento del jurista germano Carl Schmitt. El motivo esta breve reseña es la segunda edición que apareció el año anterior en España por editorial EUNSA y que viene a promover el debate sobre un pensador imprescindible para comprender lo político y la política. Por lo demás, un pensador que viene siendo mirado con mucho interés desde diferentes tradiciones intelectuales así como con propósitos muy diversos. Abunda la incomprensión sobre los aspectos centrales de su pensamiento, y adicionalmente, qué duda cabe de que su temprana vinculación con el gobierno del Tercer Reich es causante de prejuicios para muchos de los que se aproximan a su obra.
En éste contexto, la seriedad académica del texto se aprecia mucho más. Como el libro es el acondicionamiento de una tesis doctoral, el rigor es un presupuesto. Herrero López va a los textos mismos de Schmitt, y no solo a los más difundidos. Estilísticamente, por pasajes parece una erudita glosa o un resumen de los aspectos más relevantes de las obras más significativas del autor alemán. Sin embargo, además de la amplitud de la bibliografía primaria de la que da cuenta, el libro tiene como mérito plantear una visión orgánica de la obra schmittiana. Para ello se ocupa básicamente de profundizar en aquellas categorías del pensamiento del jurista de Plettenberg que configuran toda su producción intelectual y que son las claves en la lectura de la misma. Tales categorías son básicamente el nomos y lo político. De allí su título, el cual, sin ceder a los comunes cánones de marketing libresco refleja aquello de lo que realmente se ocupa la obra. Pero además, la exposición de la autora dilucida otros términos básicos de la filosofía política schmittiana como Teología política, Constitución, enemigo, grandes espacios, entre otros.
En la perspectiva filosófica de la autora me parece hallar la explicación del mayor mérito del texto: proponer una visión de conjunto de la obra de Schmitt en clave filosófica y que se articula a partir de las categorías más importantes de su pensamiento. Dichos conceptos son rastreados en los distintos textos, incluso en aquellos de carácter coyuntural o en los cuales la obra del pensador aún no estaba madura. A partir de ellos Herrero López plantea la existencia de una filosofía política en Carl Schmitt lo cual es un corolario lógico y bien demostrado argumentativamente.
No obstante, encuentro en éste mismo punto la deficiencia del texto: se echa de menos la ubicación de Schmitt dentro de las grandes corrientes y escuelas filosóficas. Es clara la referencia a los autores de la filosofía política, sin embargo, como filosofía política la obra schmittiana recibe influencias y pretende plantear y resolver problemas clásicos de la filosofía. En ésa línea, quizás habría sido sugerente plantear el problema de si Schmitt puede considerarse o no como realista, cuál es su vinculación con el pensamiento clásico, y quizás, qué lugar ocuparía en la historia de la filosofía su pensamiento filosófico político.
La obra de Carl Schmitt es amplia y no está carente de complejidad para quienes recién se familiarizan con su terminología y preocupaciones. Su vigencia es indiscutible. La idea del orden, la distinción amigo – enemigo, la teología política o una lectura teológicamente crítica de la modernidad, la crítica al constitucionalismo, el parlamentarismo y el liberalismo moderno, son algunos de los aspectos que hacen de Schmitt un pensador sobre el que vale la pena volver. La obra de Monserrat Herrero López es un buen inicio.
Arequipa, 6 de febrero de 2008.
El libro de Monserrat Herrero López puede ser leído como una amplia y clara introducción al pensamiento del jurista germano Carl Schmitt. El motivo esta breve reseña es la segunda edición que apareció el año anterior en España por editorial EUNSA y que viene a promover el debate sobre un pensador imprescindible para comprender lo político y la política. Por lo demás, un pensador que viene siendo mirado con mucho interés desde diferentes tradiciones intelectuales así como con propósitos muy diversos. Abunda la incomprensión sobre los aspectos centrales de su pensamiento, y adicionalmente, qué duda cabe de que su temprana vinculación con el gobierno del Tercer Reich es causante de prejuicios para muchos de los que se aproximan a su obra.
En éste contexto, la seriedad académica del texto se aprecia mucho más. Como el libro es el acondicionamiento de una tesis doctoral, el rigor es un presupuesto. Herrero López va a los textos mismos de Schmitt, y no solo a los más difundidos. Estilísticamente, por pasajes parece una erudita glosa o un resumen de los aspectos más relevantes de las obras más significativas del autor alemán. Sin embargo, además de la amplitud de la bibliografía primaria de la que da cuenta, el libro tiene como mérito plantear una visión orgánica de la obra schmittiana. Para ello se ocupa básicamente de profundizar en aquellas categorías del pensamiento del jurista de Plettenberg que configuran toda su producción intelectual y que son las claves en la lectura de la misma. Tales categorías son básicamente el nomos y lo político. De allí su título, el cual, sin ceder a los comunes cánones de marketing libresco refleja aquello de lo que realmente se ocupa la obra. Pero además, la exposición de la autora dilucida otros términos básicos de la filosofía política schmittiana como Teología política, Constitución, enemigo, grandes espacios, entre otros.
En la perspectiva filosófica de la autora me parece hallar la explicación del mayor mérito del texto: proponer una visión de conjunto de la obra de Schmitt en clave filosófica y que se articula a partir de las categorías más importantes de su pensamiento. Dichos conceptos son rastreados en los distintos textos, incluso en aquellos de carácter coyuntural o en los cuales la obra del pensador aún no estaba madura. A partir de ellos Herrero López plantea la existencia de una filosofía política en Carl Schmitt lo cual es un corolario lógico y bien demostrado argumentativamente.
No obstante, encuentro en éste mismo punto la deficiencia del texto: se echa de menos la ubicación de Schmitt dentro de las grandes corrientes y escuelas filosóficas. Es clara la referencia a los autores de la filosofía política, sin embargo, como filosofía política la obra schmittiana recibe influencias y pretende plantear y resolver problemas clásicos de la filosofía. En ésa línea, quizás habría sido sugerente plantear el problema de si Schmitt puede considerarse o no como realista, cuál es su vinculación con el pensamiento clásico, y quizás, qué lugar ocuparía en la historia de la filosofía su pensamiento filosófico político.
La obra de Carl Schmitt es amplia y no está carente de complejidad para quienes recién se familiarizan con su terminología y preocupaciones. Su vigencia es indiscutible. La idea del orden, la distinción amigo – enemigo, la teología política o una lectura teológicamente crítica de la modernidad, la crítica al constitucionalismo, el parlamentarismo y el liberalismo moderno, son algunos de los aspectos que hacen de Schmitt un pensador sobre el que vale la pena volver. La obra de Monserrat Herrero López es un buen inicio.
Arequipa, 6 de febrero de 2008.
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