El ‘delito’ de tener acento paisa en El Campín
Haber ido ayer al Campín fue irresponsable. Con mi esposa, que estaba conmigo porque compartimos la misma pasión por Atlético Nacional. Con mis hijos pequeños, que estaban en casa viendo el partido. En mi defensa debo decir que no imaginé que ayer corríamos un riesgo mayor que cuando habíamos ido con la camiseta verde. Pero la más importante: que el amor tiene mucho de irracionalidad.
Si la indicación de las autoridades era no identificarse como hincha verde, era de sentido común no hacerlo. Lo hicimos. Cambié hasta el fondo del iPhone, para no delatarme. Una vez en Occidental general, muy temprano, nos sentamos tranquilamente a esperar el juego. Mientras que en el partido de ida en Medellín hubo un show desde tres horas antes del partido, acá, a eso de las cinco de la tarde, comenzó un divertimento colectivo absurdo y mezquino: señalar a quienes por su cara o su acento eran “paisas”, y así, al chiflarlos e insultarlos, obligarlos a salir del Estadio. Un caso de estudio del extremo al que es capaz de llegar el hombre-masa.
Realmente, sólo pudimos estar 30 minutos sentados, porque, por alguna razón, se fijaron en nosotros (todavía me pregunto cuáles serán las características faciales de los “paisas”). En efecto, 5 minutos después nos estaban chiflando, insultando, y teníamos a dos agentes de la policía frente a nosotros.
Tranquilamente, les expliqué que no nos saldríamos porque teníamos derecho a estar allí: teníamos nuestras contraseñas, no nos habíamos identificado como hinchas de Nacional -mal podría hacerlo un suéter azul o una chaqueta morada-, y además, le recordé que el deber de ellos era controlar el orden público y nosotros no lo estábamos alterando. El agente me miró, y con una decencia que agradecí interiormente, me dijo: “acompáñeme que yo le ayudo a resolver el problema. Confíe en mí”.
Junto a un amigo verdolaga bogotano con el que habíamos ido, a quien ponerse una camiseta roja no lo eximió de salir abucheado del mismo modo, nos levantamos, y salimos en medio de silbatinas, y de esquivar a una mujer que casi golpea a mi esposa. Entre tanto, yo miraba hacia abajo para evitar que cualquier mirada se interpretara como una provocación. Ahora pienso que es el mismo gesto que asumen los delincuentes cuando los ponen ante las cámaras de televisión. Podría poner acá los vídeos que grabé en el momento, una reacción instintiva acaso movida por la esperanza de que quienes nos insultaban se dieran cuenta que lo suyo era absurdo y mezquino. Pero no lo haré. Me da vergüenza ajena.
Al salir de las gradas, la sorpresa fue encontrarnos con unas diez personas a las que les había pasado algo similar. No está demás decir que ninguno de ellos tenía ni por asomo pinta de barra brava. Para más señas, varios llevaban vestido formal. Uno de ellos, casi tan desconsolado como mi esposa, me dice, con inconfudible acento costeño: “¡me gritaron paisa hijue...!”. Su compañero era santandereano.
La solución del buen agente fue: “compren un impermeable rojo y vuelven a entrar al otro lado de la tribuna. Yo los ubico”, nos dijo. Mi esposa, afectada emocionalmente por la situación me dijo que no lo haría, que nos fuéramos.
Unos minutos después, cuando salían de las gradas dos “paisas” con impermeables rojos le dije al policía: “¿si ve que ésa no es la solución?”. “Pero es que ya los identificaron”, me dijo. “Llevo 5 años viviendo en Bogotá, Teniente. Si aún se me nota que soy paisa, no puedo hacer nada”. “Es verdad. Imagínese que han sacado hasta hinchas de Santa Fe porque no tenían la camiseta”, me confesó.
Los minutos pasaban, esperando una solución diferente a salir del Estadio como si hubiésemos hecho algo ilegal, y además, no perder los casi 500.000 pesos que habían costado las dos boletas.
Fue allí cuando un par de funcionarios de la Alcaldía -uno de ellos paisa, curiosamente-, caídos del cielo -estoy seguro-, por esas cosas que tiene la providencia de no desampararte cuando más la necesitás, nos dijeron: “vengan por acá, que los vamos a llevar a un lugar en el que van a estar protegidos”.
Los seguimos. Habló con tres personas que custodiaban varias puertas. No enseñamos contraseña alguna, y llegamos a un lugar que, en esas circunstancias, parecía clandestino: un pequeño rincón de la tribuna occidental alta en la que verían el partido los jugadores que no estaban habilitados para jugar (Elkin Calle, Juan David Valencia, Alejandro Bernal, Cristian Bonilla, Sebastián Pérez) con sus familiares y amigos. En total, no fuimos más de 200 personas.
Ver el partido en un ambiente seguro, con la camaradería que inspira ser hinchas del mismo equipo, y estar entre gente decente (no escuché un solo insulto hacia los hinchas de SantaFe, y hasta el ‘Ole’ parecía estar tácitamente prohibido), fue un elixir. Ver al equipo de mis amores salir campeón (para mi esposa fue la primera vez) como una minoría clandestina, un sueño hecho realidad. Una alegría que me llevaré en el corazón hasta la muerte.
¿Por qué decidí escribir esta anécdota, tan personal? Porque a pesar de la alegría que me embarga por el privilegio de haber visto salir campeón a Nacional una vez más, pero por primera vez fuera de Medellín, me conmovió comprobar tan de cerca que nuestra sociedad está enferma. Enferma porque busca razones para odiar, para discriminar, para dañar al otro simplemente porque no es como yo.
Mientras nos gritaban cosas que no vale la pena reproducir, me preguntaba si alguno de los que lo hacían no pensaba que en el lugar de nosotros podría estar su hermano, su padre, o su madre. Ponerse en el lugar del otro sería una razón más que suficiente para actuar decentemente en un lugar público.
Decencia que a un señor mayor, hincha cardenal, le sobraba: discretamente se acercó a mi esposa y le dijo “de verdad, lo siento mucho”. Y a la novia de un muchacho, le oímos decir en la tribuna: “¿por qué los insultas si no te han hecho nada?”.
Algunos me dirán que fue culpa mía. Vuelvo a reconocer mi imprudencia. Y al leer los testimonios de hinchas que los agredieron físicamente, veo que lo nuestro pudo ser peor. Otros, con filosofía barrial dirán que en Medellín le hicieron lo mismo a los hinchas cardenales. De hecho, un funcionario de la Alcaldía me explicó que tomaron la medida porque en Medellín la Alcaldía había emitido una resolución con una prohibición semejante. Todos ellos deberían saber que en Occidente no rige la ley del talión. Pero, en gracia de discusión: ¿la medida de expulsar a los hinchas de Nacional evitó la violencia? Creo que hizo precisamente todo lo contrario.
Cualquiera se indignaría si en un bar pusieran un anuncio en su puerta que dijera “no se aceptan negros”, que en una iglesia un cartel similar dijera “no pueden entrar homosexuales”, o que un restaurante anunciara que “no se atienden discapacitados”. ¿Por qué entonces a nadie le pareció absurdo que se diga, como lo anunció el Director de Comunicaciones de SantaFe que: “las personas que sean identificadas como hinchas de Nacional serán retirados del Estadio sin derecho a devolución”?
Los vándalos triunfaron. No sólo porque, pensando en alejarlos a ellos de los estadios se toman medidas contraproducentes como éstas, sino porque su precaria mentalidad impera en las demás tribunas de nuestros Estadios.
Los escenarios públicos, por definición, y más aún los deportivos, son una escuela de tolerancia y civismo. Pero en este país, en el que en el pasado se fomentó el odio hacia un color partidista, hoy se fomenta hacia una camiseta. Y ayer, más específicamente, se fomentó el odio a un acento.

Comentarios
Quisiera haber vivido en las epocas donde mi papa me cuenta que antes de un partido se reunian con los hinchas de los equipos rivales a comer y disfrutar de unas cervesas y despues se iban a ver el partido, terminado el partido seguian compartiendo.
Saludos.
¿Por qué entonces a nadie le pareció absurdo que se diga, como lo anunció el Director de Comunicaciones de SantaFe que: “las personas que sean identificadas como hinchas de Nacional serán retirados del Estadio sin derecho a devolución”?
Es este el país que anhela como ninguno la paz interna? que vergüenza el Santa Fe, sus dirigentes y las autoridades de Bogotá, merecemos nuestra suerte.
Estuve al frente de dos niños de 13 y 10 años aprox que iban con su papá -los tres de Santa Fé-, y la niña notó que yo sufria cuando habia una opción de Santa Fé. Creo que no me sacaron por mi amigo, pues él sufria el partido tanto como los demas, solo que él si podia expresar abiertamente su apoyo a santa fé.
Considero una proeza personal haberme comido el grito de dos goles del verde en una final. Al final la alegria compensó el el esfuerzo.
Como hincha santafereño lamento mucho lo que le paso a usted y a su señora en el Nemesio. No tiene sentido que el fútbol se trate de eso.
Sin embargo, tengo que decirle que para quejarse hay que mirarse primero al espejo, como cultura, y verificar el trato generalizado paisa al "rolo", al menos el más bajito de los peyorativos que se nos tiene a los bogotanos en Medellín, si quiere "rolito", si quiere "rolo huevón" o alguno peor e ininteligible, que seguramente oirá usted como bogotano, en el Metro, en el Parque Lleras, de seguro en las comunas y en el mismisimo Atanasio Girardot. Siendo usted docente de la Sabana, tendrá la oportunidad de conocer el Gimnasio Alcazares, el cual organiza una copa pre-infantil con colegios de la Liga Aspaen, lo invito a verificar el trato de los alumnos de ese Colegio, con los de Bogotá... ahí el acento "rolo" y cachaco" es delito y lo peor, sembrado desde niños que no pasan de los 12 años... De nuevo lo lamento mucho, pero con todo respeto, me parece que su Blog, sólo deja más regionalismos y culpas que propuesta de cambio... este tema es nacional y "paisa" también... Saludos cordiales, Andrés R. Rodríguez Gómez
Mis felicitaciones licenciado y por favor denle una copia de su nota a las directivas de las barras bravas de los equipos y a sus juntas directivas.
mis mas sinceras felicitaciones para si equipo señor...
Andres O.
Sólo una aclaración para los que le dan una interpretación 'barrista' al tema: no pretendo desconocer el maltrato que algunos han sufrido en Medellín o por tener acento bogotano. Es igualmente deplorable.
Tampoco pretendo sugerir que los hinchas de Nacional tenemos superioridad moral sobre el resto. Somos simplemente seguidores de un equipo, y como seres humanos y ciudadanos, merecedores de respeto. Exactamente el mismo que se merece un seguidor de SantaFe, Millonarios, América, Pasto o el DIM.
Saludos.
Quisiera aclararle a el señor del comentario que dice "pero no debió haber irrespetado…" que aquí no se irrespeto a nadie más que no fueran los "paisas" que estaban en el estadio, al que por cierto ingresaron sin ningún distintivo que delatara su amor por el otro equipo.
Quisiera compartirle la experiencia que he tenido en Medellín durante varios años. La segunda vez que fui al Atanasio con mi papá, a los 10 años en un cuadrangular final, cuando no existían las barras bravas, por llevar la camiseta de Santa Fe salí empapado de cervezas, con pollos en la cabeza, y con mi banderita rota.
en el 96, volví a Medellín, nos rompieron los buses, nos rompieron las boletas y cortaron a jugadores de Santa Fe.
En el 2005, a los hinchas de Santa fe nos dejaron entrar 15 minutos tarde después de iniciado el partido. Salimos en tanqueta y nos dejaron en el Exito de Envigado. En el aeropuerto al perder la final y al llegar al equipo nos pusieron la cancion de Nacional... en un aeropuerto!!!
Este año volví, nos rompieron el bus, nos insultaron en el palco, nos trataron mal también...
Hablar mal de los rolos o de la hinchada de Santa Fe no tiene sentido, es un problema social del país, en parte promovido por el mal trato que recibimos los rolos cuando vamos a Medellín.
Ojalá esto no pasara, es absurdo que pase, queremos paz en los estadios, pero no hablen mal de nosotros, de Bogotá y de los Santafereños cuando hemos sidos mucho más tolerantes y buenos anfitriones que los paisas.
saludos cordiales y muy bienvenido a mi casa, a mi estadio, pues mi objetivo es transformar esa imagen. Quedo con mi mail para cualquier cosa en la que le pueda ayudar.
saludos!
"Prohibiciones para ingresar al estadio:
Prohibido el ingreso a mujeres embarazadas.
Prohibido el ingreso a hinchas de Atlético Nacional.
Prohibido el ingreso a menores de 14 años a las tribunas laterales sur y norte.
Las autoridades distritales han anunciado específicamente a los hinchas del cuadro visitante Atlético Nacional, que de ser detectados en el área del estadio o dentro de él, serán expulsados, conforme las decisiones tomadas por la mesa distrital para evitar posibles disturbios y acatando la decisión de ambos clubes con respecto a permitir exclusivamente el ingreso a sus hinchas cuando cada cuadro oficiará como local en su estadio."
Fui a ver el año pasado un partido a Medellín y no me dejaban entrar por ser de Bogotá (las razones del policia) yo iba de color café.
Tengo amigos de todos los lugares de Colombia, pero allá si me he sentido relegado y señalado por ser Bogotano.
He tenido la oportunidad de viajar a encuentros de santa fe vs medellin o nacional, y he sentido como son tratados los hinchas rolos en tierras antioqueñas. La hinchada local y la policia no hacen mas que discriminar solo porque seamos de la ciudad de bogota, incluso si son hinchas de nacional.
Por otra parte hay que dejar claro que la medida que impedia el ingreso de hinchada visitante, se tomo en medellin. Debido a esto, muchas personas que fueron camufladas al atanasio fueron retiradas por sospecha.
Como conclucion pienso que que el problema lleva mucho tiempo, solo que en esta ocacion le paso a los hinchas de atletico nacional. Debemos dejar a un lado el regionalismo que lo unico que hace es separar un pueblo que tiene que estar unido. O ustedes creen que en otros paises nos identifican como rolos o paisas, mos identifican o critican por ser colombianos.
Respeto, educación, fomentar valores es lo que falta, comenzando por los dirigentes de todas las instituciones.
El regionalismo existente en Colombia da miedo verdaderamente, ojalá algún día puedan cambiar esto y darse cuenta de que nadie es superior a nadie, e inferior tampoco, todos somos iguales y tenemos los mismos derechos.
Ojalá se tomen medidas pertinentes y esto no vuelva a suceder y menos en el deporte.
Los rolos pues se tomaron la revancha, lo cual no debió ser, pero...eso, tomaron de su propia medicina, porque no hay más regionalista que el paisa, aclaro que no soy paisa, ni rola, soy extranjera y amo esta tierra colombiana por todo lo bueno que tiene, pero hay muchas cosas que se pueden cambiar. Para la mejor convivencia de todos, sea de la nacionalidad que sea y de la región que sea.
Absolutamente nada, justifica lo que ocurrió en el Campin ni lo que ocurrió el domingo en el Atanasio.
Sin embargo, pensemos que mientras sigamos avalando a políticos o figuras públicas que satanizan una región o que dicen que (y me disculpan los paisas si suena odioso) los paisas son los berracos y los demás no, que los costeños son conchudos y así... difícilmente vamos a poder deconstruir esa postura regionalista que tanto daño le hace al país.
Ni los rolos somos los malos del paseo, ni los paisas son todos unos sobrados, ni los costeños son perezos y así. Son cosas que tenemos que entender para vivir el futbol y muchas otras actividades en paz.
El regionalismo, es perjudicial para la salud.
Por conductas como esta es que ya uno se lo piensa dos veces antes de ir al estadio, y lo que debería ser una fiesta deportiva y en paz, se convierte en un ejercicio de intolerancia.
Muchas gracias por su valentía para escribir este artículo. Sé que no debió ser fácil para su esposa ni para usted, en especial por tener que comprar una camiseta del equipo del cual no se es hincha. Qué segregación, qué ridiculez.
Mil disculpas y así y todo, qué bueno que Nacional salió campeón.
Si de algo sirve, le ofrezco disculpas, en nombre de Bogotá, cuna de mi equipo de fútbol desde que soy niño. El equipo que me hizo compartir muchos momentos en familia junto a mi papá y mi abuelo y que no debería ser el sinónimo de intolerancia sino de esa unión que tanto anhelamos los colombianos y que tal vez estemos esperando, de manera equivocada en La Habana cuando deberíamos emepezar acá.
Mil disculpas.
No podemos llegar a los niveles de intolerancia de Argentina o Brasil. La tarea no es solo de las alcaldías contra las barras bravas, si no de toda la sociedad colombiana diciendo: A los estadios puede entrar el que quiera, y la policía debe sacar a los violentos, punto, esa es la lógica. Porque eso de segregar, de discriminar, por "Seguridad" se convierte en una excusa para la violencia de las "mayorías" y la fortalece en crónica cada vez que se piensa que prevenir es evitar, ocultar, segregar, en vez de educar. La gente decente sin importar su acento o su camiseta, debe estar en los estadios.
Estuve en el partido en Medellín, en oriental nunca vi que sacaran a alguien por sospechas, ni que agredieran a algún hincha que no llevara camiseta del nacional o que no tuviera acento paisa. Sin embargo he sido testigo de comportamientos estúpidos en torno al fútbol y a visitantes de otras ciudades. Ese día en Medellín se escucho un marcado acento Rolo de muchos hinchas bogotanos que visitaron la ciudad para apoyar a nacional, personas que generalmente van a la tribuna de sur sin generar ningún problema. Esta decisión ajena a la fiesta que es el fútbol es una medida de seguridad que se excusa en la facilidad de controlar a unos cuantos por encima de una multitud enardecida que no alcanza a vislumbrar las consecuencias de sus actos. Sin embargo, considero irresponsables y desafortunadas las declaraciones del jefe de prensa de Santa Fe que consciente de lo que genera una final de fútbol se esforzó por crear una atmósfera de xenofobia alrededor de lo que para ellos pudo haber sido una final llena de alegría y en paz, dada las posibles ventajas que se les presentaban en su propia ciudad. Basta no más ver que el martes y el miércoles fue trending toppic de Colombia en twitter el hashtag #FormasDeDetectarUnPaisaEnElCampin con lo que ya se podía prever un ambiente hostil y anti deportista en el coloso de la 57.
Me gustaría que cada una de las personas que lean esta entrada se pregunten sinceramente el porqué utilizar la diferencia como una excusa para atacar y negar la existencia del otro ¿Porqué palabras como pastuso, paisa, costeño, caleño, o rolo se convierten en insultos? Cuando son precisamente estás palabras fundamento de nuestra enorme diversidad cultural.
Por otro lado, me encantaria que mencionara el ataque del que fue victima el equipo Santafereño en Medellin... polvora, improperios y amenazas. Hay que contar las dos caras de la historia y no solamente una.
Finalmente... hay bogotanos en Medellin... pero tambien muchos medellinenses en Bogota y siempre han sido bien recibidos... caso contrario a los bogotanos que llegan a Medellin. Es ironico que personas de la ciudad mas regionalista del pais pretendan ser tratados bien en otras ciudades pero que en Medellin si puedan hacerlo ellos con las personas de fuera de la ciudad. Hay que comenzar a dar el ejemplo por casa! Criticar y quejarse es muy facil... deberian dar ustedes el primer paso... dejar ese sentimiento de inferioridad que tienen ustedes con los bogotanos.
-OTRA COSA CUANDO LA SELECCION JUEGA NOS UNIMOS TODOS LOS COLOMBIANOS HACERLE FUERZA A NUESTRA SELECCION SIN INPORTAR DE QUIEN SEAMOS HINCHAS AHI SI SOMO TODOS COLOMBIANOS? POR QUE NO PENSAR LO MISMO CUANDO NUESTROS EQUIPOS JUEGAN DE QUE TODOS SOMOS COLOMBIANOS
Alguna vez un taxista me dijó: "a Petro lo único que le gustan son esos maricas y las zorras". Ahora reflexionó con tanta historia de gente agredida en el campín, compartiendo su experiencia en las redes sociales, llegó a la conclusión que la Bogotá humana está pensada para los LGBTI y los indigentes de Santa fe y Millonarios, e igual que el taxista resumo: "Petro hijueputa"
Maravilloso que ciertos paisas de Medellín (en el resto de Antioquia se cae menos en esa idiotez) con episodios deplorables como los de El Campín reflexionen sobre la inmensa estupidez de su regionalismo. El estupendo periodista paisa Héctor Rincón alguna vez lo hizo de manera magistral.
GRACIAS POR COMPARTIR SU EXPERIENCIA, MENOS MAL SALIO ALGO INTERESANTE DE TODA ESA HISTORIA. NACIONAL CAMPEÓN OTRA VEZ. ...................
A quienes insisten en reiterar que se trataba de una norma, luego, había que cumplirla sin excepción, les sugiero pensar en estos tres puntos:
a) En sentido estricto, no era una norma legal, sino una medida de orden público acordada por funcionarios de la Alcaldía, los equipos y transmitida a la Policía.
b) Aún si fuera una norma legal, está lejos de ser justa.
c) Esta medida no resistiría un estudio de exequibilidad de la Corte Constitucional, pues, entre otras cosas, violó el derecho a la igualdad, a la libertad de locomoción, de reunión, de expresión, al libre desarrollo de la personalidad de los ciudadanos que fueron expulsados. La ley anti-discriminación también censura comportamientos como los que se presentaron. Luego, no es un asunto tan sencillo como decir "es una norma, así que se cumple, y ya".
Ser críticos es la mejor forma de ser ciudadanos.
Saludos a todos.
Con gran asombro me encuentro este artículo y déjeme felicitarlo por tan excelente narración, pues me hizo poner los pelos de punta!! Y todo porque YO TAMBIEN VIVÍ LA MISMA HISTORIA SUYA!!!
En su artículo usted dice que el amor es irracional... Y fue ese mismo amor por el equipo de mis amores el que hizo que yo también burlara toda esa "ley" montada por un club y una ciudad que se empecinó en mortificar y amargarle la noche a unos cuantos en vez de montar una fiesta como debe ser un espectáculo de fútbol!
Tuve la gracia y el coraje de asistir a un partido en el que no se podía haber nacido en una región distinta a "la capital".... Y allí estuve, sin la fortuna de poder estar acompañado de los seres queridos como usted lo hizo!
Afortunadamente el estar camuflado con una bufanda entre miles de hinchas rojos en un primer tiempo en el que no pude modular ni una sola palabra con temor a que me agredieran y me lincharan, y aún con un gol abordo de mi equipo, para el segundo tiempo todo fue "TRANQUILIDAD" y alegría, gracias a que a mi también se me apareció la virgen!!!
LA TRIBUNA VERDE EN LO MÁS ALTO DE OCCIDENTAL ME ACOGIÓ CON LOS BRAZOS ABIERTOS!! Y allí pude celebrar a todo pulmón un triunfo soñado ante un estadio que no es el mío... Y en especial ante una afición prepotente y agrandada que se daba por campeón antes de jugar los partidos!!
Reitero mis felicitaciones por ser Campeón y por sentar una voz de rechazo a todo lo que se vivió esa noche del CAMPINAZO!!
GRACIAS NACIONAL POR DARME ESA ALEGRÍA!! GRACIAS CAMPEÓN!
Me parece irresponsable que diga "el trato GENERALIZADO". Ese generalizado implica TODOS, y no creo que usted conozca a todos los paisas. Concuerdo con usted que para quejarse hay que mirarse primero en el espejo y por eso le digo que si usted considera la palabra rolo peyorativo debería dejar de referirse a la gente de Medellín como paisas (no que a mi me moleste, de hecho me encanta que me digan paisita). Mi mayor molestia es que generalice, si bien su experiencia es válida y ese tipo de comportamiento es real sin importar la región, no es justo que usted implique que todos los de Medellín hacemos lo mismo. Le aseguro que hay mucho Bogotano viviendo en Medellín a quien seguramente el sr de la tienda de la esquina le dice: que queres pues rolito?. Sin maldad, sin la intención de discriminar......... Así como el dicho: no es lo que me diga si no el tonito. Aquí el tema no es de señalar una región, lo que pasó en el Campín, como muchos lo han dicho, pasa en todos los estadios. La intención de este blog pienso yo, no es de señalar al Bogotano, es de mostrar una eexperiencia especifica de algo que está pasando en nuestros estadios, y es tan válida como su queja del colegio (y aquí vuelvo y le digo: no generalice).
Cordialmente,
En resumen para que todo sea diferente cada uno de nosotros debe cambiar al gran colombiano que tenemos por dentro , es decir , al intolerante, al que se cree más vivo,al regionalista, al que cree que las normas y las leyes son para los bobitos, al tumbador etc, etc, etc.;Y volver a retomar los valores de aquellas épocas en las que la palabra valía más que un contrato escrito
Lamento sinceramente que le haya pasado lo que a nosotros a pesar de ser santafereño.
Ojalá algunos que siguen argumentando (o insultando, da igual) que estaba justificado que nos trataran mal a los hinchas de Nacional en respuesta a lo que alguna vez les pasó a los hinchas de otros equipos en Medellín, entiendan por medio su testimonio, que estas medidas y las actitudes discriminatorias son tan absurdas que suscitan cosas como las que les sucedieron a Ustedes.
Es decir, que entiendan que el asunto no es bueno o malo dependiendo de qué camiseta se trate.
Cordial saludo.
Iván.
La actitud de la dirigencia de Independiente SantaFe fue claramente irresponsable y discriminatoria.
Más triste es que ningún medio de comunicación les haya pedido una explicación, más allá de la pobre explicación que dio el Director de Comunicaciones que, como se vio en la entrevista a Blu Radio, no sabía cómo explicar la medida.
Cordial saludo.
Doctor, de nuevo muchas gracias por su juiciosa narración y análisis. La seguiré compartiendo.
Anteriormente uno iba a ver futbol y disfrutar, ahora no hay nada q hacer alli, sino q aguantar a una cantidad de bochinchosos. Ese es el resultado de copiarle a las barras bravas argentinas. Jummmmm. Que orgullo!!!
Ojala q esto cambie y es YAAAAA
..... INCREÍBLE...
"Los escenarios públicos, por definición, y más aún los deportivos, son una escuela de tolerancia y civismo."
Así mismo pienso que fue excelente el que halla sido "imprudente" o "Berraco" como alguien mas lo llamo, pues eso lo hizo contarnos su historia, nos dio mas información acerca de como otras personas se sienten en nuestra tierra y con todo eso podemos empezar a generar un cambio.
Vivo en EEUU y me encanto ver ganar a mi Verde!!!!
Estoy muy de acuerdo con su posición.
Cordial saludo
Soy hincha de Independiente Santa Fe, y lamento lo que le pasó, por eso mil excusas, pero a su vez también quiero ser crítico de su escrito, su actitud irresponsable, e incluso irrespetuosa de la norma, la medida en esencia tenía un buen fin, evitar conflictos entre las dos hinchadas, lamentablemente no tenemos el nivel sociocultural y colectivo, para compartir en masa las diferencias, y no solo en el fútbol. este fenómeno se ve en la política, la religión, la raza y las preferencias sexuales,
Acepto y comparto la crítica que le hace a mi parcialidad santafereña, de ninguna manera se justifica dicho trato, pero también debo confesarle y ser crítico de su actitud, asisti durante todas las jornadas a la localidad donde usted asistió, y me asombra que usted haya pagado casi 500. 000 por un par de boletas, de seguro las compro revendidas, si bien comprar boletas revendidas,no es in delito, si demuestra la cultura facilista, y se enmarca en la conducta del todo vale,
Debo ser franco, me incómodo la presencia de gente del Nacional en la tribuna, y la reproche, debo confesarlo, Santa Fe organizo una fiesta en donde la norma era clara, y fue un acuerdo entre presidentes del club, No santafereños, en Medellín, no Nacionalistas en Bogotá. Así de claro ! Por eso fue, a mi juicio una actitud irrespetuosa de los hinchas de Nacional en asistir al estadio, yo tuve los medios para asistir a Medellín, para seguir a mi equipo, y no necesite un estudio de sociología o psicología, sino simplemente usar el sentido común, el instinto de protección, para decidir: "lo veo en mi casa, con los míos, donde podré manifestar mis emociones de forma autónoma y auténtica y así no reprimir mi identidad".
A Santa Fe, como organizador del evento, le asistía el derecho de invitar a quien bien le pareciera, le pregunto, estimado profesor, hubiese sido yo bienvenido a la fiesta de un matrimonio, descontextualizado con la gala y haberme sentado en la mesa de los suegros , junto con un par de amigos ebrios, mientras los papas de la novia quedan por fuera ? Perdón por el ejemplo pero así se pudieron sentir más de uno de los míos, a los que hinchas de Nacional de forma osada y atrevida se atrevieron a dejar por fuera comprando una boleta revendida, que como usted bien lo menciono le cobraron cerca de un 100% más, incluso lo digo por mi, pues no pude asistir con mi padre, pues asistentes de su parcialidad, o inclusive usted y su esposa, me quitaron la posibilidad de compartirlo con el, comprando una boleta de las características mencionadas, fomentando la reventa, que entre otras cosas resulto ser también una mafia, en la cual usted, con o sin conciencia también fue participe.
Por ultimo permítame felicitarlo, por la consecución del título, pero aún más por la proeza de haberse tomado el atrevimiento, de asistir al estadio, con boletas revendidas, haberle quitado en espacio a uno de los nuestros, y no conforme haya escrito este blog lleno de polémica, con tantas cosas sensatas y con tantas otras tan irracionales o más como la actitud de algunos de nuestros hinchas en el estadio.
Con todo respeto,
Alejandro
Y es verdad lo que manifiesta: hacemos parte de una sociedad enferma, y esto se ve reflejado en todos los espacios que habitamos a diario: en el trabajo, en el barrio, en la universidad. Todos estos lugares son una Colombia "chiquita", y refleja todo lo bueno que Colombia tiene, y a la vez lo malo.
Y es cierto también que la paz de nuestro país no nacerá de la noche a la mañana, en un acuerdo con los grupos armados. Aún así estos acuerdos son necesarios para evitar que nos sigamos matando entre colombianos, por defender ideales ajenos. Conseguir la paz es un proceso que debe nacer desde los hogares de cada colombiano, acompañados por programas de gobierno que generen una cultura de respeto por el prójimo.
a) Hace años que no puedo ir al Atanasio Girardot, luego, mal podría contar una experiencia que no he tenido. Conté la que tuve, en El Campín.
b) Aunque no es justificable que se maltrate a las barras que viajan de una ciudad a otra, no se puede comparar el trato que le da la Policía a un grupo organizado de personas que a un par de personas que van a un estadio a ver un partido en familia.
c) Que haya abusos en algunos estadios no justifica que los siga habiendo o que unos sean mejores que otros. Ése fue uno de los mensajes que quise transmitir con mi escrito.
Gracias por comentar.
Sólo por aclarar:
a) Las boletas se las compramos al precio a un abonado de SantaFe.
b) Los hinchas cardenales no recibieron una invitación personalizada para asistir, como lo hacen los invitados a un matrimonio. Luego, la comparación es totalmente inexacta. Pero aún si una pareja decidiera hacer su fiesta de matrimonio en el Simón Bolívar un domingo, ¿le parece lógico que expulsaran a todos los que están en el parque y no llevan vestido formal?
c) ¿Se puede hablar de un evento privado que se realiza en el estadio que es propiedad de la ciudad, es decir, en un escenario público?
d) La restricción de las camisetas es lógica y sensata, y por eso la respetamos. Lo que no es sensato es segregar a la gente por sus preferencias, su acento o la forma de su cara.
P.D. Su comentario inicial no lo publiqué porque era ofensivo.
Gracias por comentar.
Cordial saludo.
La relexion es esta:Mi esposa y yo ,vivimos en union libre hace catorce añosy por mas devotos y cumplidores de la religion catolica que seamos, NO podemos comulgar , por unas directrises que obedecemos pero que no acimilamos.Algo parecido ocurre con el futbol, soy respetuoso de el futbol, acepto cuando el poderoso de verdad no juega bien, no me gusta discutir por que el futbol es para unir no al contrario; la tristesa que me embarga es que nunca he podido ir a un clasico con mis hijas y disfrutar de una rade de Domingo con mi familia ,por temor a que las golpeen o que cualquier desadaptado se enamore de nosotros He imaginese.
Es triste no poder disfrutar de esta aficion que mueve masas pero de atarbanes y desadaptados que no esperan sino la chispa para empesar una batalla campal sin importar quien este por alli. Solo le digo señor vallejo que mis niñas tienen 21 y 11 años y aun no conocen el estadio para disfrutar un CLASICO MONTAÑERO como siempre lo hemoe deseado
Con relación a sus aclaraciones:
A. Según su escrito a mi parecer si compro las boletas revendidas a precio de reventa, permítame citar sus palabras ""Una vez en Occidental general, muy temprano, nos sentamos tranquilamente a esperar el juego"
"no perder los casi 500.000 pesos que habían costado las dos boletas" pero descuide comprar o no comprar boletas revendidas no fue su tema de discusión, simplemente fue una observación que realice.
B. Era obvio que no iban a envíar una invitación personalizada, no creo que ni lo hagan los clubes más capitalizados del mundo, se imagina los costos? Y la logística ? Más sin embargo si se hizo a través de medios masivos y comunicados oficiales, y como bien ofrecí excusas por el ejemplo extremo, permítame decirle que lo use, tratando de hacerlo pedagógico para hacer entender un sentimiento, ver al equipo campeón es tan similar a casarse o tener un hijo.
C porsupuesto que un partido de fútbol, no es un evento privado, usted y yo lo constatamos el miércoles asistiendo al estadio, sólo dije que Santa Fe lo organizo, y como organizador le asistía el derecho a invitar a quien le pareciera.
D. La segregación de la cual usted fue víctima, es nuestro foco, por el cual le ofrecí disculpas en este escrito, pero también en el primero que hice y usted no autorizo su publicación, y el segundo a quien usted amablemente respondió.
En respuesta a su PD le manifiesto que no considere ser ofensivo, pero le doy absolutas gracias pues el no haberlo publicado me permitió ser más incisivo con mi critica, para muchos les resulta fácil estar 100 % de su lado. Por su vida académica y además por que su opinión tuvo Eco en líderes de opinión a su favor.
Por ultimo me gustaría saber por que si aprueba comentarios en donde tratan a los hinchas de santa fe y millonarios como indigentes??y el alcalde de Bogotá de una forma cruel e inhumana que al igual que usted, me abstengo de decir, fue caso mi opinión más ofensiva que esto ?
Cordial saludo, y reitero mis felicitaciones
Alejandro.
Pan y circo para el pueblo, y el pueblo acabándose así mismo.
Muchos son victimas de una ceguera, juegan con nosotros, promoviendo consumismo, pasiones vacías que lo único que hacen es dañar la sociedad y distanciar más a las personas, poniendo diferencias, que si tu o yo, que si quien es mejor...
Desde ese momento temí que dado que yo no tenía la camiseta de Santa fe sería la siguiente víctima, durante las 4 horas de espera para el partido debí ser alguien que nunca he sido: el hincha que salta sin parar y corea cuanto cántico racista y xenófobo recuerda. Afortunadamente estaba con un amigo que notó mi preocupación y me prestó su bandera y corneta que no paré de hacer sonar para evitar ser expulsado. Durante toda la previa y el partido noté miradas sobre mi tratando de ver algunas de esas 'caracteristicas paisas' que me delataran, seguramente por la actitud que tuve nadie intentó lanzar esa muchedumbre en mi contra por lo que fui de los pocos 'no uniformados' que no fueron retirados de la tribuna.
He asistido al estadio por más o menos 20 años y es la primera vez que noto una actitud tan hostil sobre quienes no portan la camiseta de un equipo por lo cual estoy completamente de acuerdo con usted que la responsabilidad recae sobre las directivas del Santa fe y Nacional por tomar esas medidas que en vez de generar un ambiente más tranquilo generaron todo lo contrario. Le pido disculpas a usted y todos los hinchas del Nacional que se merecían ver a su equipo campeón en paz.
Me deja sorprendido su testimonio, y se lo agradezco sinceramente.
Me identifico con Usted porque desde muy niño he ido al estadio en Medellín regularmente y nunca vi algo similar. Acá en Bogotá he podido ir pocas veces, pero además de La Equidad, me había sentido muy respetado cuando el partido era contra SantaFe. Por eso me sorprendió que ese día viviera más zozobra que cuando tenía una camiseta Verde. A mi juicio, eso es lo que generó no la medida en sí, sino la incitación de los directivos a que se 'expulsara' del Estadio a quienes no eran del León.
Su testimonio me confirma que la presión social -como la que Ud. describe- lleva a comportamientos irracionales. Eso es precisamente lo que no dejará que dejemos de ser una sociedad violenta.
Cordialmente,
Iván.
Particularmente yo si estoy de acuerdo con el cierre de los estadios he vivido tanto en Santa Marta, Bogota, Barranquilla, Medellin y Cali el sufrimiento por estar cerca a un estadio cuando existe clasico y aunque de diferente manera la violencia es la misma.
Estoy de acuerdo porque debemos tener un castigo por el mal comportamiento.
Asi como tambien estoy de acuerdo en que su realato sirve para darnos cuenta de la sociedad a la cual pertenecemos y a la cual estamos formando (nuestros hijos), como tambien sirve para darnos cuenta que asi nos pongan normas para protegernos siempre va a prevalecer lo que YO quiero, lo que YO necesito, sobre el interes y el bienestar colectivo.
Que le quedo grande el orden publico a las autoridades ? SI
Que somos personas individualistas que solo nos importa nuestro beneficio personal? SI
Estamos dispuestos a Cambiar? ........
sandrajara@hotmail.com
En Colombia necesitamos líderes que nos alimenten de conocimiento y cultura (educación), pero también es necesario que todos estemos dispuestos a recibir este cambio.
Bonito mensaje y felicidades por los dos triunfos...
Estoy de acuerdo con la gran mayoría, en relación a los comentarios; pero quisiera añadir que somos nosotros, cada uno, los que debemos cambiar.
No juzguemos al@ otr@, pensemos que él(la) sí puede cambiar y enseñemosle como se hace para que pueda hacer lo mismo con otr@
Lei su articulo ya que un amigo me lo compartio por correo electronico y permitame decirle que estoy de acuerdo con usted en todo y me solidarizo en su sentir pero desafortunadamente usted fue victima de algo de lo que muchos nos hemos sentido cuando estamos junto a una comunidad paisa, por que de una manera u otra son regionalistas y son rosca en muchos lugares y esto dejeme decirle desemboca en comportamientos de este tipo yo admiro y aprecio a mucha gente paisa pero cuando veo o vivo este tipo de discriminacion me siento como usted y ni hablar de los costeños para con el "cachaco" y viceversa.... es decir el problema nos afecta a todos Saludos.
PD: De todas maneras como hincha de Millonarios dejeme Felicitarlo por el campeonato de Nacional buen triunfo.
Gracias por comentar.
El hecho de que autorice la publicación de los comentarios no significa que los comparta. De hecho, muchos son muy críticos con mi crónica. Por ello, mal haría alguien en inferir que asumo los comentarios hostiles o agresivos que algunos pusieron.
Los únicos criterios que tengo para publicar los comentarios son que, en términos generales sean respetuosos, y que, en términos generales, también, aporten a la discusión.
Cordial saludo,
Iván.
Lo entiendo, yo fui promotor, como muchos, de abuchar a los paisas que ibamos encontrando por las tribunas, la regla era muy clara. 0 hinchas del equipo visitante en los partidos de la final.
Ahora... mucha gente se pego de eso, el extasis y el peso de jugar una final, da para ese tipo de comportamientos. (palabras soeces, abucheos, en fin...) Creo que en estos recintos publicos, el respeto es NULO. La policia se trata especificamente de controlar la masa. Nada mas.
Ahora... Creo que la hinchada de Santa Fe y la de Nacional no son las culpables de que usted y las 200 personas que estuvieron en las tribunas salieran abucheados por estar sectorizados por todo el estadio.
Este problema se hubiera solucionado simplemente con que en los partidos de la final hubieran habilitado un sector para los hinchas de Santa Fe cuando estaba en Medellin y aca un sector para la hinchada de Nacional aca en "El campin". Simple...
De todas maneras concuerdo en algunos argumentos, como este: "me conmovió comprobar tan de cerca que nuestra sociedad está enferma." Estamos totalmente de acuerdo... Le paso una cronica para que siga la misma linea. http://www.soho.com.co/zona-cronica/articulo/la-noche-que-fui-mendigo/4504
Saludos...
Es realmente vergonzoso presenciar actos violentos (físicos, verbales) en cualquier cancha del país, ninguna ciudad está exenta de presenciarlos y más cuando en Medellin se les ha recibido mal a algunas hinchadas de Colombia, por eso, los enfrentamientos que se generaron hace algunos meses en las que fue asesinado un hincha de otro equipo. Soy hincha de Santa Fe, y me da pena que las cosas hayan ocurrido de esa manera, no se tolera la diversidad de gustos y de culturas, así como reproché las palabras del Jefe de Prensa de Santa Fe, el señor Garcia fue un irresponsable, pero también hay que decir que se había "avisado" la prohibición del ingreso de la hinchada verde.
De ninguna manera se deben tolerar estos actos y más aún, si pensamos que este es un país en "vías de desarrollo" y no nos sabemos tolerar entre compatriotas.
Esa medida de no dejar ingresar la hinchada visitante fue egoísta en ambas ciudades, pero también piensen (hablo de una probabilidad) de cómo se le hubiera tratado al hincha Cardenal si hubiera hecho eso en Medellin. Ustedes conocen su cultura, sus raíces y sabrán cómo lo habrían afrontado.
Felicitaciones por el título.
Realmente, hay que 'agradecerles' por esto a aquellos que se encargan de promover identidades regionales, empezando por los funcionarios del gobierno.
soy del verde, soy feliz
Lo del Domingo es quizás la más grande verguenza que se ha vivido en una cancha de fútbol colombiano, protagonizada por la "Antioquía más educada", es lamentablemente coincidencial, que sí bien, no todo, sí la mayoría de situaciones que tienen que ver con ese equipo de verde y blanco son oscuras, violentas, representan lo peor del pueblo colombiano, el narcotrafico, el uribismo, el narcosicariato, el regionalismo, los favores arbitrales, la concentración de poderes, algunos critican la concentración de Uribe como soberano cuando secuestro rama judicial, legislativa y el era el ejecutivo, con Nacional ocurre lo mismo, en un país serio no puede ser solo uno, el dueño de: equipo, torneo, televisora, Nacional genera violencia desde los ochentas con su copa libertadores y estrellas colombianas manchadas con sangre (bueno a finales de los 70 con un señor llamado Hernan Botero) y luego con ser el caballo blanco del comisario, a todo nivel, hoy se autoproclaman los más grandes, luego de lograr títulos creados a su imagen y semejanza por el patrocinador... eso són.
Finalmente este es un país enfermo, violento, el regionalismo es una muestra de eso, desde acá faltara mucho, pero por allá mucho más, la violencia genera más violencia, las injusticias, los favorecimientos, las desigualdades también, allá deberían de dejar de creerse la "tierra prometida" y/o "raza superior", ese es el imaginario con el que ustedes han visto al resto del país, no son gratuitos que los mayores asesinos y delincuentes de Colombia se hayan forjado en "la cultura paisa", cuando eduquen mejor, cuando respeten las diferencias, cuando sean objetivos, ese día habrá cambios.