Sobre el Estado de Opinión
Les comparto un breve comentario que formulé sobre el Estado de Opinión propuesto en el discurso gubernamental. Aquel está recogido junto al de otros académicos en este interesante reportaje publicado en el periódico El Espectador.
http://www.elespectador.com/impreso/articuloimpreso153958-el-laberinto-del-estado-de-opinion
Bogotá, 3 de agosto de 2009.
http://www.elespectador.com/impreso/articuloimpreso153958-el-laberinto-del-estado-de-opinion
Bogotá, 3 de agosto de 2009.
Comentarios
Creo que el primer supuesto de posibilidad del Estado de opinón es una ciudadanía calificada, ilustrada, con capacidad de discernimiento. De lo contrario, es muy probable que nos enfrentemos a masas manipulables y apasionadas.
Del peligro que supone tal "gobierno de las masas" da testimonio la misma historia. ¿Acaso no fueron las masas quienes instigadas por los fariseos clamaron la crucifixión de Jesús y la liberación de Barrabás?, ¿Acaso Sócrates no fue condenado "democráticamente"?, y ¿No fue acaso Hitler uno de los gobernantes más aclamados de la historia?.
El fenómeno de las masas ha sido, por lo demás, ampliamente estudiado por sociólogos y psicólogos. De momento me vienen a la cabeza los trabajos de G. Le Bon sobre la ´psicología de las masas y el célebre ensayo de Freud sobre la psicología de las masas y el análisis del Yo. Sin hablar de Ortega y Gasset o Canetti. En síntesis, estos autores muestran cómo es posible que el hombre masificado se "desperzonalice", pierda capacidad crítica, retroceda a etapas "infantiles" y aumente su capacidad de apasionamiento.
Con todo lo anterior no quiero sugerir que el Estado de opinión sea "per se" negativo. Simplemente me parece que sin una ciudadanía educada y consciente, es muy fácil que se degenere en una velada forma de tiranía.
Camila Herrera
De hecho, quizás el núcleo de la propuesta habermasiana es la presunción de que las personas son ante todo sujetos racionales que expresan discursivamente dicha racionalidad.
Pero también es cierto que las élites intelectuales y políticas suelen menospreciar el razonamiento del ciudadano de a pie. Leo Strauss, feroz crítico del esnobismo del positivismo metodológico, insistió mucho en el sentido común como herramienta de conocimiento de la política. Hay algo de eso, me parece, en la formulación del discurso gubernamental, a pesar de que, con suspicacia, el debate político reciente se enfoque preferentemente en esta como una velada forma de legitimar el proceso hacia una segunda reelección de Uribe.
Iván: acabo de descubrir con horror la palabra "desperZonalice" en mi último comentario. Espero que tenga en cuenta que es un lamentable lapsus calami y que yo no suelo escribir "PerZona"
Camila Herrera Pardo
Personalmente creo que ya es hora de "desuribizar" el debate y poner las cosas en su sitio, como dice Aron, tratando de ser equitativos. Desconocer los logros del Gobierno no hará que la mayoría los deje de reconocer, así como criticar las políticas erráticas no lo hace a uno de la oposición o militante de la guerrilla.