El triunfo del dios mortal. Una lectura hobbesiana de la secularización
El artículo rastrea los elementos que en el Leviatán de Thomas Hobbes precisan el lugar de la religión en el Estado moderno. De la obra se desprenderían dos interpretaciones: en la primera el Estado aparece como la máquina perfecta que sustituye el papel histórico y cultural de la Iglesia, específicamente la hegemonía sobre el ámbito público y la exigencia de lealtad a los individuos. En la segunda, el Estado requiere una soberanía absoluta e incuestionable por el ámbito religioso, y para ello subordina la cuestión religiosa al poder civil. Sin embargo, las dos vías conducen al mismo destino: la prevalencia del poder político sobre la esfera eclesiástica o religiosa, en una relación compleja que llega desde la modernidad hasta nuestros días.La versión completa puede leerse en:
Bogotá, 10 de agosto de 2009.
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