¿Obama o McCain?
No cabe duda de que hasta noviembre la campaña presidencial de los Estados Unidos concentrará cada vez más la atención del mundo entero. Aunque el lema de uno de los candidatos es el cambio (“Unidos por el cambio” es el slogan de Obama), el proceso electoral de las primarias de los partidos ya ha mostrado que a partir de 2009 muchas cosas transformarán la conducción de la primera potencia del mundo, sea quien sea el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
El solo hecho de que un afroamericano de 46 años haya ganado la candidatura del partido demócrata ya es un fenómeno político. Que además haya impulsado una exitosa campaña mediática por Internet, que sea reconocido por su carisma y liderazgo (precisamente lo que en el exterior se echa de menos de George W. Bush), y esté cerca de devolverle el Gobierno a un partido que lo perdió hace 8 años hacen parte de este fenómeno.
Lo interesante de John McCain es que ha logrado que el partido de un Gobierno tan desacreditado tenga opciones de continuar en el poder. Esto lo ha conseguido por cuenta de su veteranía y experiencia política así como la posición en la que se ha situado: continuar con los logros del Gobierno de Bush, pero corregir sus errores.
¿Cómo ‘pinta’ el futuro de América Latina a partir de 2009? De ganar Obama, las posibilidades de que los temas de América Latina estén en la agenda del nuevo presidente son escasas. Nuestro mejor escenario sería un nuevo triunfo republicano, puesto que el candidato del partido demócrata no conoce la región (nunca ha estado en ella), y como buena parte del caudal electoral demócrata está en los sindicatos ha prometido que no aprobará el TLC con Colombia, el aliado más fiel de los norteamericanos en la región. Sin embargo, hacia Cuba su postura implicaría un tenue punto de inflexión en relación con las últimas cuatro décadas toda vez que Barack Obama buscaría levantar las restricciones a los viajes y remesas a la isla y ha dicho que estaría dispuesto a hablar con los líderes de Cuba, es decir, con Raúl Castro. Si a ello se le suma que quizás heredaría una época en la que Fidel Castro ya no esté, podría significar una relación más promisoria y quizás de transición democrática. McCain se mantiene en la línea dura de esperar cambios en el régimen cubano –como por ejemplo, la liberación de los presos políticos– antes de establecer contactos diplomáticos. Sin embargo, podría dar un giro a las políticas de Washington en cuanto a la inmigración ilegal.
Como el voto latino es cada vez más determinante en la sumatoria de delegados para los colegios electorales, es un hecho que los candidatos cortejarán a América Latina hasta noviembre. McCain por ejemplo, ya ha anunciado que en los primeros días de julio se encontrará con Álvaro Uribe en Colombia, y Obama viajaría a México.
En síntesis, la región importará cada vez más en la campaña presidencial estadounidense, aunque no como muchos quisieran. Michael Shifter, hacía notar que, siendo realistas, América Latina no puede competir con otras prioridades de la política exterior de Estados Unidos. En este sentido, el Medio Oriente seguirá siendo una prioridad del próximo presidente, y la reconstrucción de Irak así como la forma de salir decorosamente de allí uno de sus mayores desafíos.
No cabe duda de que hasta noviembre la campaña presidencial de los Estados Unidos concentrará cada vez más la atención del mundo entero. Aunque el lema de uno de los candidatos es el cambio (“Unidos por el cambio” es el slogan de Obama), el proceso electoral de las primarias de los partidos ya ha mostrado que a partir de 2009 muchas cosas transformarán la conducción de la primera potencia del mundo, sea quien sea el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
El solo hecho de que un afroamericano de 46 años haya ganado la candidatura del partido demócrata ya es un fenómeno político. Que además haya impulsado una exitosa campaña mediática por Internet, que sea reconocido por su carisma y liderazgo (precisamente lo que en el exterior se echa de menos de George W. Bush), y esté cerca de devolverle el Gobierno a un partido que lo perdió hace 8 años hacen parte de este fenómeno.
Lo interesante de John McCain es que ha logrado que el partido de un Gobierno tan desacreditado tenga opciones de continuar en el poder. Esto lo ha conseguido por cuenta de su veteranía y experiencia política así como la posición en la que se ha situado: continuar con los logros del Gobierno de Bush, pero corregir sus errores.
¿Cómo ‘pinta’ el futuro de América Latina a partir de 2009? De ganar Obama, las posibilidades de que los temas de América Latina estén en la agenda del nuevo presidente son escasas. Nuestro mejor escenario sería un nuevo triunfo republicano, puesto que el candidato del partido demócrata no conoce la región (nunca ha estado en ella), y como buena parte del caudal electoral demócrata está en los sindicatos ha prometido que no aprobará el TLC con Colombia, el aliado más fiel de los norteamericanos en la región. Sin embargo, hacia Cuba su postura implicaría un tenue punto de inflexión en relación con las últimas cuatro décadas toda vez que Barack Obama buscaría levantar las restricciones a los viajes y remesas a la isla y ha dicho que estaría dispuesto a hablar con los líderes de Cuba, es decir, con Raúl Castro. Si a ello se le suma que quizás heredaría una época en la que Fidel Castro ya no esté, podría significar una relación más promisoria y quizás de transición democrática. McCain se mantiene en la línea dura de esperar cambios en el régimen cubano –como por ejemplo, la liberación de los presos políticos– antes de establecer contactos diplomáticos. Sin embargo, podría dar un giro a las políticas de Washington en cuanto a la inmigración ilegal.
Como el voto latino es cada vez más determinante en la sumatoria de delegados para los colegios electorales, es un hecho que los candidatos cortejarán a América Latina hasta noviembre. McCain por ejemplo, ya ha anunciado que en los primeros días de julio se encontrará con Álvaro Uribe en Colombia, y Obama viajaría a México.
En síntesis, la región importará cada vez más en la campaña presidencial estadounidense, aunque no como muchos quisieran. Michael Shifter, hacía notar que, siendo realistas, América Latina no puede competir con otras prioridades de la política exterior de Estados Unidos. En este sentido, el Medio Oriente seguirá siendo una prioridad del próximo presidente, y la reconstrucción de Irak así como la forma de salir decorosamente de allí uno de sus mayores desafíos.
Arequipa, 10 de junio de 2008.
Comentarios
Mc Cain y Obama son realmente canditados de peso, cada uno con sus propias e irrefutables características que hasta al más conservador americano le pondrían la duda en elegir a su proximo presidente.
Por otra parte los americanos deben tener presente que los candidatos son solamente representantes directos ya que en el fondo deben pensar en los Vices presidentes y en el equipo de gobierno de ambos postulantes.
Por un lado tenemos a un heroe y veterano quien requiere de una mano derecha fuerte y convincente y por el otro un reconocido profesional pero inexperto que requiere de una mano derecha confiable y conocedora de la realidad internacional.
Por lo demas que VIVA la Democracia y que la PAZ esté siempre presente.