Integración por decreto
Hasta hace unas décadas, la migración intercontinental implicaba largos y peligrosos viajes en barco. ¿Quién iba a pensar que llegaría un tiempo que se dice globalizado en el que la migración iba a ser disuadida fervientemente porque los ciudadanos de ciertas regiones del planeta iban a ser considerados como una suerte de leprosos?
En Estados Unidos, Huntington escribió hace unos años que los inmigrantes representaban una amenaza para la clásica identidad anglosajona WASP (blanco, anglosajón y protestante) dado que no se integran culturalmente al american way of life, es decir, siguen hablando castellano, asistiendo a la misa dominical y obviamente su color de piel no se transforma con el desembarco y siguen siendo mestizos. Obviamente, se refería a los hispanos.
Algo semejante viene ocurriendo en Europa por cuenta del Plan Sarkozy, una propuesta del Gobierno francés que será discutida en el segundo semestre del año en la UE. En él se incluye la prohibición de regularizaciones masivas así como la implementación de un “contrato de integración” que haría obligatorio el aprendizaje de la lengua de la nación que buenamente acoge a los inmigrantes. Algunos han justificado las medidas señalando que Europa no es “El Dorado”. Y tienen razón, de hecho lo que encuentran los inmigrantes africanos y latinoamericanos en los países desarrollados no es oro. Tan solo trabajo, un alto nivel educativo y cultural, pero sobretodo, una esperanza de subsistencia que en muchos casos les es negada en sus naciones de origen.
Por eso, precisamente como en Europa no está “El Dorado” es absurdo pedirle a los inmigrantes que renuncien a su identidad para estar allí.
Arequipa, 1 de junio de 2008.
Hasta hace unas décadas, la migración intercontinental implicaba largos y peligrosos viajes en barco. ¿Quién iba a pensar que llegaría un tiempo que se dice globalizado en el que la migración iba a ser disuadida fervientemente porque los ciudadanos de ciertas regiones del planeta iban a ser considerados como una suerte de leprosos?
En Estados Unidos, Huntington escribió hace unos años que los inmigrantes representaban una amenaza para la clásica identidad anglosajona WASP (blanco, anglosajón y protestante) dado que no se integran culturalmente al american way of life, es decir, siguen hablando castellano, asistiendo a la misa dominical y obviamente su color de piel no se transforma con el desembarco y siguen siendo mestizos. Obviamente, se refería a los hispanos.
Algo semejante viene ocurriendo en Europa por cuenta del Plan Sarkozy, una propuesta del Gobierno francés que será discutida en el segundo semestre del año en la UE. En él se incluye la prohibición de regularizaciones masivas así como la implementación de un “contrato de integración” que haría obligatorio el aprendizaje de la lengua de la nación que buenamente acoge a los inmigrantes. Algunos han justificado las medidas señalando que Europa no es “El Dorado”. Y tienen razón, de hecho lo que encuentran los inmigrantes africanos y latinoamericanos en los países desarrollados no es oro. Tan solo trabajo, un alto nivel educativo y cultural, pero sobretodo, una esperanza de subsistencia que en muchos casos les es negada en sus naciones de origen.
Por eso, precisamente como en Europa no está “El Dorado” es absurdo pedirle a los inmigrantes que renuncien a su identidad para estar allí.
Arequipa, 1 de junio de 2008.
Comentarios
Europa, necesita de los inmigrantes, sus bajas tasas demograficas así lo demuestran. Europa es un continente viejo, y para sostener sus altos estandares pensionales, necesitan de la inmigración. Ahora, es justo anotar que en muchos casos las llamadas inmigraciones masivas provienen de antiguas colonias Europeas.
Pregunto: ¿Acaso los conquistadores europeos en el siglo XVI se interesaron acaso en aprender las diferentes lenguas nativas de las culturas de los paises donde se establecieron?