El anuncio de la muerte de ‘Tirofijo’ (y de una candidatura presidencial)
Quizás tan sorpresiva como la noticia misma de la muerte de ‘Tirofijo’ fue la forma como la dio a conocer el ministro de Defensa Juan Manuel Santos en una entrevista a la periodista María Isabel Rueda de Semana. En un Gobierno que se ha caracterizado porque el Presidente está al tanto de las operaciones militares más importantes contra la guerrilla y que ha asumido personal y cotidianamente el mando sobre el estamento castrense, que un ministro tenga información de esa naturaleza y se la entregue a los medios de comunicación antes que al Comandante en Jefe de las FF.AA. solo puede evidenciar que Santos aprovechó la ocasión para que el país le atribuyese ese logro a él y no al Presidente, de allí su ambigüedad sobre las causas de la muerte del fundador de las FARC. Con tal bomba mediática Santos lanzó oficialmente –aunque no por ello explícitamente– su candidatura presidencial.
Es un hecho que la posibilidad de un tercer mandato de Uribe dejaría por fuera de la contienda a quienes se han proclamado legítimos herederos de las políticas gubernamentales como Vargas Lleras, Holguín Sardi, Sabas Pretelt, Francisco y Juan Manuel Santos. El ministro parece haber sido el primero en lanzar su candidatura, lo que presupone que confía en que Uribe no se postulará nuevamente o que, en todo caso, estaría presionando para que lo diga abiertamente.
Santos aprovechó una tribuna privilegiada para notificar al país que ‘Tirofijo’ está muerto, pero también, dado que en sus palabras las FARC están resquebrajadas y debilitadas pero no vencidas, que estamos ganando la guerra pero todavía no podemos decir que hemos ganado; y que precisamente él hace parte de la ‘cadena de custodia’ de la política de seguridad democrática, el país debe pensar quién será el mejor sucesor del Gobierno de Álvaro Uribe. Además, dentro del cálculo del ministro se incluye no bajarle el tono a la disputa verbal contra Correa y Chávez, de quienes reiteró que no tiene dudas de que han colaborado con las FARC, algo que aunque para muchos colombianos sea evidente, en boca de un presidenciable son palabras mayores, y más aún, en el contexto actual, significan continuidad con la estrategia de confrontación mediática de la Casa de Nariño con los vecinos.
El Presidente se incomodó porque él no fuera el primero en conocer la información. Seguramente más suspicacias genera que la muerte de ‘Tirofijo’ se habría producido el 26 de marzo, por ello la pregunta obligada es: ¿Por qué casi dos meses para darla a conocer? ¿Únicamente una cuestión de inteligencia militar, o en ello también estaría involucrado el cálculo político del ministro? ¿Por qué los militares que conocían la información no se la habían dado al Presidente teniendo en cuenta que muchos tienen línea directa con él? Después de este incidente, quizás Santos tenga sus días contados en la cartera, sin embargo, con los resultados militares de los últimos meses y la fortuna de asesinatos y deserciones de mandos importantes dentro de las FARC ocurridos durante su gestión, saldría por la puerta grande y ya está allanado el camino a su candidatura.
Por eso, después de lo anterior, que Santos diga que si Uribe decide reelegirse él estará a su lado incondicionalmente hace parte de las buenas formas de un funcionario (por supuesto, deterioradas después de esto), pero sobretodo, resultan pura retórica pues él ya se puso en el partidor para el 2010.
Arequipa, 25 de Mayo de 2008.
Quizás tan sorpresiva como la noticia misma de la muerte de ‘Tirofijo’ fue la forma como la dio a conocer el ministro de Defensa Juan Manuel Santos en una entrevista a la periodista María Isabel Rueda de Semana. En un Gobierno que se ha caracterizado porque el Presidente está al tanto de las operaciones militares más importantes contra la guerrilla y que ha asumido personal y cotidianamente el mando sobre el estamento castrense, que un ministro tenga información de esa naturaleza y se la entregue a los medios de comunicación antes que al Comandante en Jefe de las FF.AA. solo puede evidenciar que Santos aprovechó la ocasión para que el país le atribuyese ese logro a él y no al Presidente, de allí su ambigüedad sobre las causas de la muerte del fundador de las FARC. Con tal bomba mediática Santos lanzó oficialmente –aunque no por ello explícitamente– su candidatura presidencial.
Es un hecho que la posibilidad de un tercer mandato de Uribe dejaría por fuera de la contienda a quienes se han proclamado legítimos herederos de las políticas gubernamentales como Vargas Lleras, Holguín Sardi, Sabas Pretelt, Francisco y Juan Manuel Santos. El ministro parece haber sido el primero en lanzar su candidatura, lo que presupone que confía en que Uribe no se postulará nuevamente o que, en todo caso, estaría presionando para que lo diga abiertamente.
Santos aprovechó una tribuna privilegiada para notificar al país que ‘Tirofijo’ está muerto, pero también, dado que en sus palabras las FARC están resquebrajadas y debilitadas pero no vencidas, que estamos ganando la guerra pero todavía no podemos decir que hemos ganado; y que precisamente él hace parte de la ‘cadena de custodia’ de la política de seguridad democrática, el país debe pensar quién será el mejor sucesor del Gobierno de Álvaro Uribe. Además, dentro del cálculo del ministro se incluye no bajarle el tono a la disputa verbal contra Correa y Chávez, de quienes reiteró que no tiene dudas de que han colaborado con las FARC, algo que aunque para muchos colombianos sea evidente, en boca de un presidenciable son palabras mayores, y más aún, en el contexto actual, significan continuidad con la estrategia de confrontación mediática de la Casa de Nariño con los vecinos.
El Presidente se incomodó porque él no fuera el primero en conocer la información. Seguramente más suspicacias genera que la muerte de ‘Tirofijo’ se habría producido el 26 de marzo, por ello la pregunta obligada es: ¿Por qué casi dos meses para darla a conocer? ¿Únicamente una cuestión de inteligencia militar, o en ello también estaría involucrado el cálculo político del ministro? ¿Por qué los militares que conocían la información no se la habían dado al Presidente teniendo en cuenta que muchos tienen línea directa con él? Después de este incidente, quizás Santos tenga sus días contados en la cartera, sin embargo, con los resultados militares de los últimos meses y la fortuna de asesinatos y deserciones de mandos importantes dentro de las FARC ocurridos durante su gestión, saldría por la puerta grande y ya está allanado el camino a su candidatura.
Por eso, después de lo anterior, que Santos diga que si Uribe decide reelegirse él estará a su lado incondicionalmente hace parte de las buenas formas de un funcionario (por supuesto, deterioradas después de esto), pero sobretodo, resultan pura retórica pues él ya se puso en el partidor para el 2010.
Arequipa, 25 de Mayo de 2008.
Comentarios
1.- Indudablemente Santos opta por robarse las banderas de la política de seguridad democratica al presidente Uribe.
2.- Los sondeos de opinión, lo muestran como un firme candidato, con alto nivel de favorabilidad por parte de los electores.
3.- La campaña mediatica lanzada por el ministro Santos, no otra lectura tendría la aparición simultanea en las portadas de diferentes revistas de opinión.
4.- Los diferentes pronunciativos descalificativos por parte de los gobiernos de Venezuela y Ecuador, no hacen otra cosa que mejorar su favorabilidad en el ambiente interno de la política colombiana.
5.- El "aparente" campo libre de actuación que le ha dejado el senador Vargas Lleras, quien según los analistas sería el más firme contendor por la lucha de las banderas del uribismo, con su alejamiento del país en estos momentos.
Así, aunque personalmente, no tenía en mi "rating" al Ministro Santos, como posible sucesor del presidente Uribe, reconozco que poco a poco se ha hecho notar, y que muchos lo tengan por tal, indudablemente su falta de decisión para "lanzarse al agua" por la candidatura presidencial, así como la de muchos otros aspirantes, radica en el silencio mantenido por el primer mandatario sobre su reeleción, caso en el cual, posiblemente resultarían chamuscados.
Sin embargo, para no esquivar la pregunta, en la política colombiana pasan tantas cosas que habrá que esperar qué pasa de acá hasta el 2010.
De todos modos, sí me parece claro que tal como van las cosas será muy razonable elegir a quien mejor pueda continuar con las políticas fundamentales de este Gobierno.
Gracias por comentar.
De existir alguna falta por parte del ministro o de las FFAA colombianas en cuanto a reserva de información al Presidente, por ejemplo, de seguro ya se están tomando cartas en el asunto.
Sólo espero que las ambiciones personales de algunos pocos no afecten lo contruido por Uribe y, sobre todo, lo que queda por construir.