CAN – UE o la negociación imposible

A casi tres meses de la operación militar que dio de baja a “Raúl Reyes” en un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, los Gobiernos de Bogotá, Caracas y Quito siguen enfrascados en una disputa que ha tenido el mérito de poner en evidencia que están en juego proyectos políticos que colisionan entre sí.

Como la política condiciona el marco de las grandes decisiones, uno de los aspectos que ha sufrido el coletazo del conflicto es el aparentemente tecnocrático libre comercio. Allí reside el dilema ante el que están los miembros de la moribunda CAN, puesto que Ecuador y Bolivia comparten un proyecto político y económico que se opone sustancialmente al de Colombia y Perú.
En un mundo globalizado el problema de estas divergencias es que por ejemplo, para una negociación entre la CAN y la Unión Europea de un Tratado de Libre Comercio los del Viejo Continente exigen una negociación en bloque. ¿Qué hacer entonces?

Descartemos la opción de ver florecer en América Latina un proyecto político que goce del consenso unánime de los diferentes Estados. Y aunque se puede negociar con quien no es amigo, si de lo que se trata es de generar sociedades para negociar con otros colectivos sí es imprescindible algún grado de afinidad. En la pasada Cumbre de Lima se dieron pasos para que los europeos entiendan que eso es imposible por ahora. Por lo menos mientras algunos gobernantes insistan en refundar su nación.

Arequipa, 19 de mayo de 2008.

Comentarios

Anónimo dijo…
Recuerdo hablar de la Europa de las dos velocidades. Cuando la Europa de los 15 recién pudo con mucho esfuerzo andar a un mismo ritmo, se crea la Europa de los 25, generando nuevamente dos velocidades. Hoy Perú y Colombia marchan a un ritmo distinto de sus vecinos, y ello por ahora significa avanzar sin ellos. Sin embargo creo que no excluye su futura inclusión en el grupo de los que "marchan más rápido", siempre y cuando cumplan con los requisitos económicos y políticos que ir a la cabeza requiere. La América Latina que muchos quisiéramos, fuerte y unida, hoy es evidentemente inviable. Y esa viabilidad llegará cuando la democracia y la justicia social sean máximas comunes en todos los gobiernos de la Región.
Un fuerte abrazo Iván.
Hernán Díaz E.
Anónimo dijo…
Recuerdo hablar de la Europa de las dos velocidades. Cuando la Europa de los 15 recién pudo con mucho esfuerzo andar a un mismo ritmo, se crea la Europa de los 25, generando nuevamente dos velocidades. Hoy Perú y Colombia marchan a un ritmo distinto de sus vecinos, y ello por ahora significa avanzar sin ellos. Sin embargo creo que no excluye su futura inclusión en el grupo de los que "marchan más rápido", siempre y cuando cumplan con los requisitos económicos y políticos que ir a la cabeza requiere. La América Latina que muchos quisiéramos, fuerte y unida, hoy es evidentemente inviable. Y esa viabilidad llegará cuando la democracia y la justicia social sean máximas comunes en todos los gobiernos de la Región.
Un fuerte abrazo Iván.
Hernán Díaz E.

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