Gramática de la razón contemporáneaLa situación de la razón en el contexto actual se puede describir con la figura bíblica de la Torre de Babel. Son tan diversas las formas de concebir el otrora ídolo de la Modernidad que no es fácil orientarse en una comprensión holística del actual panorama filosófico, o comprender las categorías y las propuestas de los filósofos más influyentes de las últimas décadas. Proponer las claves de lectura para este fenómeno es precisamente el mayor mérito del libro Crítica a la razón en la filosofía del siglo XX, del profesor José Olimpo Suárez Molano del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia, quien en su sugerente obra ofrece una suerte de gramática o mapa general acerca de la situación contemporánea del asunto que quizás mayor debate ha suscitado en los últimos años: la identidad y los alcances de la razón humana.
La primera parte de la obra lleva a cabo una descripción del papel preponderante de la razón en la Modernidad para desembocar a una amena, sintética y profunda exposición sobre la forma como los filósofos más representativos de la centuria pasada (Habermas, Horkheimer, Adorno, Lyotard, Foucault, Wittgentstein y Rorty) han abordado tal problemática filosófica perenne. El autor engloba las diferentes propuestas de los autores teniendo como referencia el criterio de la reconstrucción, la deconstrucción o la negación de la racionalidad. Las coincidencias de los filósofos en cuestión son diversas, la más relevante parece sugerir Suárez Molano no solo en el capítulo final, es la crítica y la negación de la razón entendida en el sentido metafísico tradicional (y por extensión en el moderno), que a su vez está unido al concepto de la verdad como correspondencia.
Con la descripción de tal panorama, el libro del profesor Suárez Molano evidencia las razones por las que se ha hablado con insistencia en los últimos años de la crisis de la razón y cómo tal crisis redefine el papel de la misma filosofía en el contexto hodierno, a partir de lo cual se puede sugerir que de la resolución o agudización de tal crisis dependerá su futuro.
Se trata de un texto imprescindible si se quiere comprender mejor las características, las problemáticas y las respuestas que las propuestas teóricas más difundidas en Occidente han sugerido como alternativa al fracaso histórico de la Modernidad. Pero al mismo tiempo, el texto puede también suscitar la pregunta por las insuficiencias de tales perspectivas teóricas y las dificultades para convertirse en las sociedades actuales en horizontes de sentido satisfactorios y cohesionantes. Aunque la crítica a tales enfoques está ausente en el texto y el tono del mismo es básicamente descriptivo y explicativo casi en forma oral, creo que esta buena exposición de tales perspectivas incita no solo a la lectura de los autores invitados al diálogo –como dice el autor– sino también al auténtico pensar filosófico, el cual, lejos de los prejuicios, las modas y los esquemas conceptuales políticamente correctos debería seguir suscitando la pregunta por la verdad y el bien.
Arequipa, 23 de abril de 2008.
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