Diplomacia de Opinión
Álvaro Uribe le ganó el pulso a sus contradictores en Unasur desde el momento que decidieron transmitir la Cumbre por televisión. Parece anecdótico, pero allí está la clave de lectura de Bariloche, pues en sus discursos, Uribe no apeló a sus interlocutores sino a la opinión pública latinoamericana, y para eso, era imprescindible la televisación. En palabras de Perelman, Uribe siguió el consejo principal de la teoría de la argumentación: “adaptarse a su auditorio”. Con una audiencia de millones de televidentes, el intento de persuasión no estaba dirigido a los presentes en el hotel Llao Llao, sino a los ciudadanos latinoamericanos. Son ellos quienes contrapesarán la forma maniquea como se ha ventilado el nuevo acuerdo para la presencia de militares estadounidenses en Colombia.
Un dato: en la Argentina, uno de los países tradicionalmente más anti-norteamericanos de la región, una encuesta virtual del periódico La Nación el día de la Cumbre, en la que se indagaba por el tema, incluso presentándolo impropiamente como “bases norteamericanas en Colombia”, daba como resultado que para el 40% éstas son “una buena opción para la lucha contra el narcotráfico”, y para el 28% “un intento para controlar el avance de Chávez en la región”. Únicamente un 2% considera que constituyen una manera de ceder de la soberanía del país.
Aunque todos los mandatarios tuvieron reacciones adversas o de cauta preocupación por la presencia norteamericana en bases militares nacionales, el principal obstáculo ha sido la demagogia anti-yankee y la propaganda chavista y socialista. Las intervenciones de Uribe se enfocaron en contrarrestar este obstáculo, por eso la estrategia diplomática colombiana fue políticamente impecable. En Bariloche, Uribe no iba a convencer a ningún presidente del real alcance del acuerdo: ya la “gira muda” había tratado de disminuir los temores. En la ciudad austral debía enfrentar públicamente el discurso imperialista y anti-colombiano que esgrimen quienes siguen creyendo erradamente que el problema del narcotráfico es únicamente de Colombia.
El hecho de que en la Declaración final no se incluyera el rechazo o una revisión de Unasur al acuerdo colombo-estadounidense ha sido señalado como el principal logro diplomático del Presidente. Sin embargo, quizás más relevante es haber podido explicar ante un amplio auditorio, esto es, ante las cámaras de televisión internacionales, las razones que tiene Colombia para firmarlo. Y de paso recordar que el drama del conflicto armado no es un recurso retórico del Gobierno sino una dolorosa realidad vigente, ante la cual se implora comprensión y solidaridad de la comunidad internacional.
Estamos ante una Diplomacia de Opinión, en la que se confronta en vivo la dialéctica de discursos políticos antagónicos. Cada uno de ellos tiene unos escenarios internos conocidos por los mandatarios, pero en el plano internacional tienen un alcance amplio, imprevisible e incontrolado. La marcha “No más Chávez” promovida por Facebook es un ejemplo de ello. La Diplomacia de Opinión se inauguró el año pasado en Santo Domingo. Una segunda instancia fue Bariloche, donde brilló la inconsistencia del discurso chavista, engranado sobre documentos no oficiales y una demagogia que no es aplaudida (al menos públicamente) por los beneficiados de los petrodólares del régimen, a pesar de sus ocasionales guiños serviles. Es que, al fin de cuentas, según el Latinobarómetro de 2008, el coronel venezolano es uno de los líderes de la región peor evaluados por los ciudadanos latinoamericanos.
Lo que no consideró Lula en su oposición a la televisación es que los ciudadanos prefieren la mediatización del discurso político a las declaraciones generales e insulsas que suelen publicarse después de estas cumbres. Con la transmisión en vivo, al modo de un reality show (con todos los ingredientes de éstos), al menos los líderes latinoamericanos tienen el deber de afinar sus razones y ajustar su propaganda a un auditorio diferente de aquel que los aplaude incondicionalmente en sus foros locales. Ningún presidente de Unasur debería temerle a que sopesemos sus argumentos públicos.
Apostilla: La discusión política nacional gira alrededor de necedades promovidas por los gobernantes: En el país, la segunda reelección presidencial; en Bogotá, el metro; en Medellín, una clínica abortista (llamada “de la Mujer”). Ojalá pensaran en las consecuencias históricas que tendrán estos embelecos.
Publicado en El Mundo, Medellín, 3 de septiembre de 2009.
Bogotá, 1 de septiembre de 2009.
Un dato: en la Argentina, uno de los países tradicionalmente más anti-norteamericanos de la región, una encuesta virtual del periódico La Nación el día de la Cumbre, en la que se indagaba por el tema, incluso presentándolo impropiamente como “bases norteamericanas en Colombia”, daba como resultado que para el 40% éstas son “una buena opción para la lucha contra el narcotráfico”, y para el 28% “un intento para controlar el avance de Chávez en la región”. Únicamente un 2% considera que constituyen una manera de ceder de la soberanía del país.
Aunque todos los mandatarios tuvieron reacciones adversas o de cauta preocupación por la presencia norteamericana en bases militares nacionales, el principal obstáculo ha sido la demagogia anti-yankee y la propaganda chavista y socialista. Las intervenciones de Uribe se enfocaron en contrarrestar este obstáculo, por eso la estrategia diplomática colombiana fue políticamente impecable. En Bariloche, Uribe no iba a convencer a ningún presidente del real alcance del acuerdo: ya la “gira muda” había tratado de disminuir los temores. En la ciudad austral debía enfrentar públicamente el discurso imperialista y anti-colombiano que esgrimen quienes siguen creyendo erradamente que el problema del narcotráfico es únicamente de Colombia.
El hecho de que en la Declaración final no se incluyera el rechazo o una revisión de Unasur al acuerdo colombo-estadounidense ha sido señalado como el principal logro diplomático del Presidente. Sin embargo, quizás más relevante es haber podido explicar ante un amplio auditorio, esto es, ante las cámaras de televisión internacionales, las razones que tiene Colombia para firmarlo. Y de paso recordar que el drama del conflicto armado no es un recurso retórico del Gobierno sino una dolorosa realidad vigente, ante la cual se implora comprensión y solidaridad de la comunidad internacional.
Estamos ante una Diplomacia de Opinión, en la que se confronta en vivo la dialéctica de discursos políticos antagónicos. Cada uno de ellos tiene unos escenarios internos conocidos por los mandatarios, pero en el plano internacional tienen un alcance amplio, imprevisible e incontrolado. La marcha “No más Chávez” promovida por Facebook es un ejemplo de ello. La Diplomacia de Opinión se inauguró el año pasado en Santo Domingo. Una segunda instancia fue Bariloche, donde brilló la inconsistencia del discurso chavista, engranado sobre documentos no oficiales y una demagogia que no es aplaudida (al menos públicamente) por los beneficiados de los petrodólares del régimen, a pesar de sus ocasionales guiños serviles. Es que, al fin de cuentas, según el Latinobarómetro de 2008, el coronel venezolano es uno de los líderes de la región peor evaluados por los ciudadanos latinoamericanos.
Lo que no consideró Lula en su oposición a la televisación es que los ciudadanos prefieren la mediatización del discurso político a las declaraciones generales e insulsas que suelen publicarse después de estas cumbres. Con la transmisión en vivo, al modo de un reality show (con todos los ingredientes de éstos), al menos los líderes latinoamericanos tienen el deber de afinar sus razones y ajustar su propaganda a un auditorio diferente de aquel que los aplaude incondicionalmente en sus foros locales. Ningún presidente de Unasur debería temerle a que sopesemos sus argumentos públicos.
Apostilla: La discusión política nacional gira alrededor de necedades promovidas por los gobernantes: En el país, la segunda reelección presidencial; en Bogotá, el metro; en Medellín, una clínica abortista (llamada “de la Mujer”). Ojalá pensaran en las consecuencias históricas que tendrán estos embelecos.
Publicado en El Mundo, Medellín, 3 de septiembre de 2009.
Bogotá, 1 de septiembre de 2009.
Comentarios
Hola, disculpa si antes no había leído tus artículos. Les he dado una mirada sobre todo a los últimos. Me parecen que aportan e iluminan. Voy a leerme el ensayo que analiza el estallido de los escritos sobre religión.
Gracias
JAC
Comparto la opinión de Lula. Cada uno de los asistentes a la cumbre aprovechó la presencia de los medios de comunicación para hacer campaña política frente a su electorado y al público de sus respectivos países. Al final de la cumbre, Uribe, Correa y Chávez salieron igualmente fortalecidos frente a sus respectivos auditorios nacionales. Por ejemplo, las diatriba chavista en contra de las bases en Colombia, ha dado como resultado la aceptación de las mismas en nuestro país y ha evitado la necesaria discusión interna sobre este tema.
Creo que no incurro en exageración si afirmo que a Chávez le conviene que lo ataque Uribe (convenientemente satanizado en los discursos oficialistas venezolanos) tanto como a Uribe le conviene que lo ataquen Correa y Chávez (los personajes menos populares en Colombia)
SOBRE LA APOSTILLA.
La Clínica de la mujer de Medellín es un tema que merece vigilancia y debate. Todo indica que terminará siendo un centro de aborto, o para usar una terminología más potable en este mundo del lenguaje políticamente correcto, de IVEs.
Con la Clínica de la Mujer, no hay duda de que lo que pretende la Alcaldía es la instauración de una clínica abortista, amparados por la falsa idea de que la sentencia C-355/06 de la Corte consagra el derecho fundamental a abortar.
La transmisión en directo fue un arma de doble filo para el presidente Uribe ya que con esta herramienta el presidente Colombiano quería poner en evidencia ante el continente la agresividad e intolerancia y la constante intromisión de los asuntos internos del presidente Chávez hacia Colombia, pero esto es un arma de doble filo porque los mandatarios y en este caso Chávez se guardaron todo lo que hubieran dicho sino hubieran estado presentes las cámaras. Por el contrario e irónicamente Chávez quedo como un mandatario prudente que recibe ataques del presidente Uribe.
Finalmente considero que la importancia del debate requería hacerse a puerta cerrada, para que los mandatarios del continente pudieran discutir los temas de la agenda sin cuidar el tono, significado, y el calibre de sus palabras.
Stefany Cordoba
creo que de esa reunion de 4 o 5 horas, todos peleando y defendiendo sus ideas, no saco nada bueno, antes al contrario, seguimos en las mismas, peleando con nuestros vecinos y afectando a las personas que se encuentran en las fronteras.
En cuanto a chaves es el presidente mas despresiado incluso en su pais pero lo que no entiendo es que sabiendo todo esto como es que quiere buscar la re-eleccion si en el referendo que hizo el pueblo dijo que no queria mas, aparte que casi en todos los paises de latinoamerica no quieremos mas chaves porque ya estamos cansados que insulten nuestro pais, porque cuando el presidente Alvaro Uribe fue a la cumbre de UNASUR fue en nombre de todo el pueblo colombiano indifrentemente si estamos en contra o a favor del presidente ya que si hablan mal de nuestro pais nos duele porque lo unico que nosotros queremos es un pais en paz.
Tambien deberiamos ver internamente en nuestro pais que esta sucediendo ya que la guerra no es el unico problema, la pobresa esta siendo un problema cada vez mas grave y tambien como se esta acabando la moral en nuestro pais.
Es claro que Uribe sabía que iba a estar en el banquillo de los acusados, es claro que UNASUR se volvó un foro netamente político manejado por los amigos de Chavez (Correa, Morales y Fernández Kirchner), es claro que el Presidente Uribe nunca va a convencer a Chavez a Evo Morales y a Rafael Correa de la necesidad de acuerdos militares con otros países para repeler a la guerrilla y al narcotráfico y mucho menos va a conseguir que Chavez y Correa admitan que la guerrilla se esconde en sus territorios.. A mi modo de ver...el discurso de cada uno de ellos es fácilmente previsible.
Ahora bien..a mi me parecería interesante que se convocara una reunión de UNSASUR para debatir el tema de la compra de "cohetitos" por parte de Chavez a Rusia... De hecho, y me disculpan si parezco malintencionada, Chavez va a usar el tema del convencio militar con EE.UU para legitimar la compra de armamento ruso...
Lo cierto es que...la imagen de Chavez se ha desdibujado frente a la comunidad internacional. Es una persona que carece de diplomacia y ataca con insultos y sarcasmos simple y sencillamente, porque carece de argumentos sólidos que sustenten su posición. Por esto. no creo que haya salido beneficiado con la transmisión en vivo de la cumbre..si acaso..lograría que lo aplaudieran en Venezuela...pero nada más.