Las FARC. ¿Una guerrilla sin fin o sin fines?
En un lenguaje básicamente descriptivo, Daniel Pécaut, célebre colombianólogo y director de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, hace un recuento de la naturaleza de las FARC, de su historia, sus planteamientos políticos, así como de su difícil situación reciente.
Evidentemente el libro fue escrito para un público francés, y en ese sentido, para quienes no viven en Colombia aporta una visión juiciosa y ponderada de la organización guerrillera, así como un balance equilibrado de los últimos años de un conflicto armado que ha suscitado mucho interés en la opinión pública internacional. Sin embargo, para el ciudadano colombiano que en los últimos años haya estado al tanto de la situación, el tono del texto puede aparecer como predecible y por pasajes puede confundirse con una crónica periodística. Quizás en este punto reside una de las riquezas del texto y una de sus debilidades. Riqueza en cuanto que, como recuento de los elementos más importantes de la guerrilla de las FARC y de los acontecimientos de los últimos meses está muy bien contado, y su prosa merece ser destacada. Debilidad porque en dicho relato se echa de menos un mayor análisis politológico e interpretativo del profesor Pécaut.
A mi juicio, el elemento más sugerente de Las FARC, ¿una guerrilla sin fin o sin fines? es el de destacar que el “prosaísmo” de las FARC ha hecho que se diluya su orientación política, dado que en los últimos años la organización se ha dedicado a actividades como el narcotráfico, la intimidación, la extorsión y el secuestro, que poco tienen que ver con sus motivaciones originarias de tomarse el poder. En último término, apunta Pécaut, ello pone en evidencia el fracaso de la fórmula revolucionaria de combinación de todas las formas de lucha.
El autor no cae en la trampa de criminalizar el discurso de la guerrilla ni ofrecernos un relato indignado por sus reprochables acciones, y más bien reconoce su carácter de organización política, y por ello destaca que el fin del conflicto sólo podrá ocurrir mediante una negociación política. Así, Pécaut hace notar que lo acaecido en los últimos años ha significado para las FARC no solo un importante revés militar, sino que la ha sumido en una situación que bien podría llamarse de desconcierto.
Sin embargo, no hay que hacerse ilusiones, y el triunfalismo es un mal consejero cuando se está ante un conflicto que perdura desde hace ya casi medio siglo. El inmovilismo de las FARC, su ya conocida desconexión con el contexto político internacional, la fuerza del resentimiento y la humillación de la que echan mano para justificar su resistencia, pero además, la misma complejidad del conflicto armado colombiano y el riesgo de que la política de Seguridad Democrática no se consolide a futuro como una política de Estado, abonan razones para pensar que aún no estamos cerca del fin.
Bogotá, 6 de febrero de 2009.
En un lenguaje básicamente descriptivo, Daniel Pécaut, célebre colombianólogo y director de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, hace un recuento de la naturaleza de las FARC, de su historia, sus planteamientos políticos, así como de su difícil situación reciente.
Evidentemente el libro fue escrito para un público francés, y en ese sentido, para quienes no viven en Colombia aporta una visión juiciosa y ponderada de la organización guerrillera, así como un balance equilibrado de los últimos años de un conflicto armado que ha suscitado mucho interés en la opinión pública internacional. Sin embargo, para el ciudadano colombiano que en los últimos años haya estado al tanto de la situación, el tono del texto puede aparecer como predecible y por pasajes puede confundirse con una crónica periodística. Quizás en este punto reside una de las riquezas del texto y una de sus debilidades. Riqueza en cuanto que, como recuento de los elementos más importantes de la guerrilla de las FARC y de los acontecimientos de los últimos meses está muy bien contado, y su prosa merece ser destacada. Debilidad porque en dicho relato se echa de menos un mayor análisis politológico e interpretativo del profesor Pécaut.
A mi juicio, el elemento más sugerente de Las FARC, ¿una guerrilla sin fin o sin fines? es el de destacar que el “prosaísmo” de las FARC ha hecho que se diluya su orientación política, dado que en los últimos años la organización se ha dedicado a actividades como el narcotráfico, la intimidación, la extorsión y el secuestro, que poco tienen que ver con sus motivaciones originarias de tomarse el poder. En último término, apunta Pécaut, ello pone en evidencia el fracaso de la fórmula revolucionaria de combinación de todas las formas de lucha.
El autor no cae en la trampa de criminalizar el discurso de la guerrilla ni ofrecernos un relato indignado por sus reprochables acciones, y más bien reconoce su carácter de organización política, y por ello destaca que el fin del conflicto sólo podrá ocurrir mediante una negociación política. Así, Pécaut hace notar que lo acaecido en los últimos años ha significado para las FARC no solo un importante revés militar, sino que la ha sumido en una situación que bien podría llamarse de desconcierto.
Sin embargo, no hay que hacerse ilusiones, y el triunfalismo es un mal consejero cuando se está ante un conflicto que perdura desde hace ya casi medio siglo. El inmovilismo de las FARC, su ya conocida desconexión con el contexto político internacional, la fuerza del resentimiento y la humillación de la que echan mano para justificar su resistencia, pero además, la misma complejidad del conflicto armado colombiano y el riesgo de que la política de Seguridad Democrática no se consolide a futuro como una política de Estado, abonan razones para pensar que aún no estamos cerca del fin.
Bogotá, 6 de febrero de 2009.
Comentarios
En todo caso por mas que las FARC quieran venderle a la comunidad internacional (entiendase principalmente Venezuela, Ecuador, Nicaragua y demas paises) la idea de que siguen luchando por el pueblo, para su pueblo, es mas que contradictorio su pensamiento con el actuar diario de estos, ya que como es bien sabido por esa comunidad internacional, la unica victima y perjudicado es el pueblo. Asi que hay que sentarse a pensar: Si dichos fines son por el pueblo o esos fines son el pueblo?