El IX Congreso Católicos y Vida Pública

Específicamente los medios de prensa españoles generan la impresión en el exterior de que España es una nación con una fe en retirada y un cristianismo acorralado en la privacidad de las conciencias. Sin embargo, yo he tenido una impresión bastante distinta éste fin de semana. La IX edición del Congreso Católicos y Vida Pública que organiza la Universidad San Pablo CEU y la Asociación Católica de Propagandistas, me ha mostrado un catolicismo joven y muy vital, pues varios cientos de personas han asistido a un evento que propició espacios de reflexión y debate muy sugerentes acerca del papel del cristiano en la esfera pública, y específicamente sobre las causas y las consecuencias de la exclusión de Dios del ámbito público.

A partir de éste evento, y teniendo en cuenta las personas e iniciativas que convergieron en él de toda España, me llevo la impresión de que existe un grupo significativo de personas que son muy concientes de la gravedad del proceso secularizador que vive el Viejo Continente y España en particular, y que son críticas de tal situación en vistas al presente y al porvenir de una nación en la que, a la vista de sus manifestaciones culturales e históricas más significativas, se comprueba fácilmente el papel que ha jugado el cristianismo en la configuración de su êthos.

Por eso, quienes consideramos que el cristianismo es un legado invaluable que nos ha dejado la presencia histórica de España en América, vemos con tristeza la tendencia en sus élites a considerar al cristianismo como una cuestión que debe ponerse entre paréntesis. Unos porque han hecho de su rechazo vehemente una forma de justificación moral y existencial de su modo de vida; y otros porque se han creído la idea de que en verdad la fe es un asunto privado del que es mejor no hablar. Por ello, encontrar tantas personas que tienen bastantes argumentos para oponerse a la actual inercia del laicismo y el relativismo y que tienen como propósito mantener viva la riqueza del êthos cristiano en ésta sociedad, genera mucha esperanza.

Se dice que hay dos Españas. No lo se. Es evidente sí, que se trata de una sociedad en la que laten dos ideas muy diferentes de lo que debe ser España. Yo he tenido la suerte de conocer personalmente aquella que, salvo algunas excepciones, no aparece con frecuencia en el exterior, y que quizás esté como adormecida, pero no por ello es menos real y vital. En ella hay mucha esperanza no solo en España.

Madrid, 19 de Noviembre de 2007.

Comentarios

Anónimo dijo…
Que bueno que haya tenido la oportunidad de conocer esa otra cara de España y que con su experiencia nos ayude a ver a nosotros una realidad que es agena y que está distorsionada por los medios de comunicación, esa otra realidad que no se internacionaliza es importante conocerla paratener un motivo mas de aliento en el camino de la evangelización.
Anónimo dijo…
Que bueno que haya tenido la oportunidad de conocer esa otra cara de España y que con su experiencia nos ayude a ver a nosotros una realidad que es agena y que está distorsionada por los medios de comunicación, esa otra realidad que no se internacionaliza es importante conocerla paratener un motivo mas de aliento en el camino de la evangelización.

Entradas populares