La vasectomía está de moda

Hay noticias de las que uno se entera ante las que la conciencia oscila entre la incredulidad y la indignación. Incredulidad, porque en verdad parecen mentira, producto de una broma de mal gusto o un chiste inoportuno. Indignación, porque si fueran verdad son muchas cosas las que están en juego.

En Colombia, un senador anunció esta semana que presentará un proyecto de ley en el que los hombres que decidan hacerse la vasectomía tendrán beneficios especiales por parte del Estado. Estos premios van desde rebajas en el costo de ciertos trámites estatales hasta días adicionales de vacaciones exhibiendo la constancia de la operación quirúrgica.

El Honorable senador ha señalado que "tener más de los hijos anhelados es un problema de salud pública". Quiero suponer que el congresista tiene sustentación seria de tan lapidaria afirmación, aunque me cuesta trabajo pensar que se puede medir estadísticamente la relación entre hijos que son concebidos, los deseos de los padres, y la salud pública. Me parece que son variables susceptibles de manipulación y ante las que cabe la suposición. Asimismo, no creo que todas las parejas del país tengan la misma interpretación de la simple ecuación del senador: mayor número de hijos menos deseados = mayores problemas de salud pública.

Como tantos casos en estos temas, parece que hay motivaciones de otro tipo. Pero no crea el lector que son motivaciones muy profundas o misteriosas, no se embrolle en buscar ideologías subyacentes. En este mundo frívolo del espectáculo las motivaciones de las grandes decisiones del poder público suelen ser poco filosóficas, y menos aún políticas.
El distinguido representante del pueblo señala que "la información profesional es clave para que nuestros hombres dejen de creer que este tipo de procedimientos afecta el desempeño sexual o que perjudica su fortaleza. Yo, por ejemplo, tengo mi certificado de calidad ISO 9.000"... Es decir, nuestro padre de la patria, toma con hilaridad el preocupante hecho de que en pleno siglo XXI y en el hemisferio occidental, un Estado pretenda decirle a las parejas cuántos hijos pueden tener, o por lo menos inducirlos a que tengan el número que se considera políticamente correcto. (A propósito, ¿cuál es?)
Curiosamente, lo que horroriza del régimen comunista de la República Popular China, la política oficial del único hijo, parece estar a la vuelta de la esquina con este tipo de iniciativas legislativas.

Pero el senador no parece estar solo en este empeño. El lector disculpará mi indignación pues seguramente ya habrá visto en los medios de comunicación que hacerse la vasectomía está de moda, y que además es un gesto responsable.
El Ministro de Protección Social -titular de la cartera responsable de aquello de la salud pública-se realizó la cirugía hace unas semanas, y lo mostró al país como un ejemplo a seguir. Y como en este mundo los deportistas son quizás tanto o más influyentes que los políticos, uno de los futbolistas más insignes de la escuadra verdolaga de Medellín se sumó a la curiosa táctica de hacerse esta operación para ponerla como ejemplo de paternidad responsable.

Yo, entretanto me pregunto, ¿no sería mejor que el Estado se ocupe de los problemas de verdad (la pobreza, el desempleo, la parapolítica, el secuestro, la guerrilla, los procesos de paz y reinserción, el analfabetismo, entre otros) y nos deje a los ciudadanos tomar tranquilamente las decisiones que competen estrictamente a la esfera privada?
¿Acaso la desdibujada noción de salud pública da para justificar desde el aborto hasta la vasectomía? Si fuera así y si la vasectomía es considerada un bien público por algunos líderes de opinión, ¿no habrá bienes públicos más urgentes que promover?

Buenos Aires, 15 de abril de 2007.

Comentarios

Anónimo dijo…
Es lamentable lo que viene ocurriendo en relación con este tema. Me llama la atención que haya instituciones que estén buscando líderes de opinión como el futbolista Víctor Aristizabal en Colombia, para promover este tipo de prácticas que atentan contra algo sagrado como es la posibilidad de dar vida. Basta de engaños con las famosas cifras de sobrepoblación mundial que hacen voltear la mirada de la crisis de sus causas elementales.
Anónimo dijo…
Me recuerda como si fuera ayer, cuando Alberto Fujimori decidió engañar a la población con la ligadura de trompas. Es cierto que existe una paternidad irresponsable en gran parte de nuestros paises, pero recurrir a estos metodos es no solo irresponsable sino hasta irrisorio. ¿Pero cómo hacer para crear consciencia en la gente que no puede mantener un hijo y concibe 8?
Anónimo dijo…
Iván, tuve que poner mi comentario como anónimo porque no tengo cuenta de google. Hernán Díaz E. Saludos.
Anónimo dijo…
No estoy de acuerdo en muchas cosas de las que usted ha dicho. Sobre todo en la que pretende igualar al Estado colombiano con el régimen comunista de China.

Después de haber leido el proyecto de ley, lo que este pretende no es decirle al colombiano cuantos hijos debe tener. Sino a mi manera de verlo, de brindarle otra opción de planificación familiar. Es decir, una ves tomada la decisión de la pareja de no tener más hijos, poder acudir a una EPS y recibir ya sea la ligadura de trompas o la vasectomía de manera gratuita.
En lo que si no estoy de acuerdo con el proyecto, es en darle privilegios a las personas que se practican este procedimiento.

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